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MESSI, ARREPENTIDO
Alejandro Muro, dice: “A menudo -y aunque resulte paradójico- ciertos triunfos deportivos (sobre todo cuando han alcanzado repercusión global y han sido logrados por medios espurios) suelen otorgar, a sus autores, un alto grado de tolerancia o, incluso, perdón. Tal el caso del gol -con la mano- de Maradona a los ingleses. Aún hoy, pese a su ilicitud, sigue siendo reivindicado como así también expresiones suyas que merecerían reparos por groseras u ofensivas. Lionel Messi, otro talento del fútbol, a quien algunos consideran el más grande de todos los tiempos, no incurre en deslices como los comentados. No registra en su haber tantos dudosos ni tampoco palabras agraviantes. Las únicas que se apartaron de su moderación habitual las pronunció en Qatar. Los aficionados celebraron su ya emblemática frase: ´Qué mirás bobo, andá pa´ allá´. Tanta fue la aceptación que ocupó el frente de numerosas remeras. Sin embargo, el jugador del PSG, lejos de vanagloriarse por su exabrupto, lo censuró y pidió disculpas. Protagonizó un acto de arrepentimiento sincero, coherente con sus pensamientos y modales. Con su gesto, Messi demostró que sus goles antológicos y sus títulos memorables no pueden escindirse de sus valores como persona.”

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