VIDEO. Fiebre extraterrestre: EE UU y el misterio de los OVNIS
Edición Impresa | 15 de Febrero de 2023 | 01:29

Tal vez vinieron de China. Tal vez de algún lugar más lejano. Mucho más lejano. Los cuatro objetos aéreos derribados por aviones de guerra estadounidenses han provocado una desinformación creciente acerca de los artefactos, su origen y propósito. Es una prueba más de cómo la combinación de eventos complejos y la falta de información se combinan para dar lugar a las conjeturas infundadas y las fake news.
“Habrá una investigación y sabremos más, pero hasta entonces esta historia ha creado un caldo de cultivo para la gente interesada en especular o en agitar las aguas para sus propios fines”, afirmó Jim Ludes, un exanalista de defensa nacional y ahora director del Centro Pell de Relaciones Internacionales en la Universidad Salve Regina. “En parte”, añadió, “porque justifica tantas narraciones sobre los secretos del gobierno”.
El presidente Joe Biden y altos funcionarios en Washington han dicho muy poco sobre los artefactos derribados, el primero de los cuales, semanas atrás, fue un presunto globo espía chino. Desde entonces se han derribado otros tres objetos voladores no identificados (OVNIS), el más reciente de ellos el domingo pasado sobre el lago Huron, en la frontera de EE UU con Canadá.
Biden ordenó las tres últimas operaciones de destrucción en nombre de la seguridad del transporte, que según la Casa Blanca podría haberse visto comprometida por estos objetos que volaban a altitudes cercanas a las de los aviones.
Ante las especulaciones del Congreso, los medios de comunicación y la opinión pública, que mencionan desde una ofensiva coordinada de espionaje chino hasta la llegada de extraterrestres, la administración de Biden ahora afirma que los tres nuevos objetos no parecen ser chinos ni estar involucrados en tareas de espionaje, y mucho menos representar una amenaza extraterrestre. De hecho, el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, expresó ayer que “podrían ser globos que simplemente estaban vinculados a entidades comerciales o de investigación y, por lo tanto, inofensivos”. Y desde el Pentágono se indicó que no significaban amenazas para la seguridad, pero sin revelar sus orígenes ni propósitos.
US$ 400 MIL POR DERRIBO
Sin embargo, la factura es alta: la Fuerza Aérea de EE UU utilizó para estos derribos misiles del tipo AIM-9X Sidewinder, cuyo costo unitario se estima en unos 400.000 dólares. Y si las operaciones de destrucción fueron costosas, también lo será la recuperación de los restos, todos en zonas de difícil acceso.
Si los tres objetos destruidos resultan ser aeronaves privadas o inofensivas, entonces el Pentágono tendrá que decidir si debe responder de manera tan agresiva después de algún avistamiento.
En tanto, Beijing niega usar globos espía y asegura que el enorme aparato derribado frente a las costas de Carolina del Sur el 4 de febrero era para investigación meteorológica, mientras que otro avistado en Sudamérica a principios de febrero era para entrenamiento de pilotos. Y el lunes, las autoridades chinas subieron la apuesta al acusar a Washington de enviar sus propios globos espía sobre China, algo que EE UU niega. La disputa ya ha resentido notoriamente las relaciones entre las dos superpotencias rivales.
Ayer, muchos sitios en redes sociales en EE UU estaban plagados de teorías de que Biden había lanzado los artefactos a propósito para distraer la atención de la gente de problemas más apremiantes, como la inmigración, la inflación, la guerra en Ucrania o las investigaciones republicanas a su hijo Hunter Biden.
Si bien estas teorías abundaron sobre todo en sitios marginales frecuentados por gente de ultraderecha, los rumores infundados y las teorías conspirativas también aparecieron en Twitter, Facebook y otras plataformas.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE