Tragedia de las gemelas: claves en las cartas de despedida

Las hermanas dejaron mensajes para sus padres hablando del bullying que sufrían en la escuela por su nacionalidad y, en el caso de una de ellas, por su identidad de género

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Alana, la gemela argentina que murió en Barcelona tras arrojarse de un tercer piso, dejó escrito que padecía la incomprensión de su entorno escolar por su identidad sexual (meses atrás se había cortado el pelo, vestía ropas de varón y había pedido que la llamaran Iván). Su hermana Leila, que permanece internada en grave estado después de imitar a su hermana arrojándose al vacío, escribió que lo hizo por solidaridad, como una forma de mostrarle su apoyo.

Estos son los puntos centrales de las cartas manuscritas que ambas adolescentes dejaron para sus padres, a quienes en las mismas misivas les pedían perdón y les revelaban que sufrían por el constante asedio de sus compañeros de escuela, tanto por su nacionalidad como por la identidad de género de una de ellas.

“Estoy cansada de que me hagan bullying en la escuela, no lo soporto. Yo quiero ser feliz, pero evidentemente yo esto lo voy a sufrir el resto de mi vida y tomé la decisión de no seguir”, escribía Alana.

Por su parte, Leila, pedía “disculpas a todos, ustedes saben lo que yo amo a mi hermana, yo vi todo el bullying que sufre ella, voy a hacer lo que ella decida. La voy a acompañar adonde ella quiere”.

Las cartas manuscritas fueron encontradas en el domicilio familiar además de dos sillas en el balcón desde las que saltaron.

En tanto, el abuelo paterno de las gemelas argentinas afirmó ayer que la adolescente en estado crítico “atinó a despertarse y empezó a mover los párpados”.

“Tengo buenas novedades porque hace media hora -a las 13.30 de Argentina- la mamá me contó que a Leila le empezaron a sacar todos los cables, respiradores que tiene para ver si se despertaba sola. Atinó a despertarse, empezó a mover los párpados cuando escuchó la voz del padre. Los médicos se pusieron contentos y dijeron que esas son buenas señales. Le tienen que volver a hacer los análisis urgente. La van a volver a dormir porque tiene la mandíbula quebrada, la tienen que operar, pero para hacer todo eso tienen que hacer una serie de análisis”, contó el hombre, Gustavo Lima, en una entrevista desde el Aeropuerto Internacional de Ezeiza, donde espera para partir hacia España.

Por su parte, la abuela ya está en el municipio español donde se reencontró con su familia.

“Es alentador, pero todavía queda mucho”, agregó el abuelo sobre el estado de la adolescente.

Además, Lima afirmó que “se quieren volver apenas Leila se recupere. Mi hijo me dijo ‘desde que llegué acá es una desgracia tras otra’”.

Y adelantó conmovido que él tiene “una buena noticia” que comunicará a su nuera y su hijo cuando llegue a España que es que “me los voy a traer”, a la familia que vive en el país europeo hace tres años.

“Voy a esperar a que se repongan y hay gente argentina allá en España que vieron la situación y están haciendo una colecta porque se imaginan que ellos quieren volverse. Gracias a los argentinos y todo el que colaboró ahora tengo cómo traerlos, ellos no lo saben todavía. Espero llegar pronto, poder darle un abrazo y dejar de llorar, para ser fuerte y poder cobijarlos a ellos”, añadió.

Antes de partir, tanto la abuela como el abuelo aseguraron en declaraciones a medios periodísticos argentinos y españoles que las hermanas eran acosadas por su nacionalidad y porque una de ellas estaba en transición hacia un cambio de identidad de género.

Gustavo Lima precisó que sufrían bullying en el colegio debido “a su acento”, situación que “se agravó” cuando una de ellas “hace dos o tres meses decidió cortarse el pelo, ponerse ropa de varón e identificarse como Iván”.

El hombre señaló que ni su hijo ni su nuera estaban al tanto de que las agresiones hacia Iván se habían intensificado por el cambio de su identidad de género.

“Nosotros nos enteramos por la carta que escribió que le hacían bullying porque había decidido llamarse Iván, como si fuera un delito. Esto lamentablemente no pasa solo en España, sino en todo el mundo”, denunció Lima.

“Leila ahora está luchando por su vida, tuvo una noticia alentadora, siempre uno está esperando que no suceda lo peor”, añadió.

También Lima contó que el hijo menor de la familia -Amadeo- sufrió bullying allá.

“En una de las charlas virtuales que teníamos yo lo veía triste y me decía ‘en la escuela no me va bien’ y yo le decía al padre, que al nene le estaba pasando algo, y que por eso no quería ir a la escuela. Y un día le contó al padre que le pegaban. Entonces él fue a hablar con la directora y citaron a los padres de los chicos esos y dentro de todo dejaron de hacerlo... pero lo minimizaron enseguida dijeron ‘son chicos, no pasa nada’. No pasa nada y pasó lo que pasó”.

 

 

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