Una empleada del panadero preso rompió el silencio

“Un infierno, un castigo”. Así resumió su terrible experiencia la joven que denunció al dueño del local de diagonal 73 y 64

Edición Impresa

Tal como informó EL DIA en sus ediciones anteriores, la DDI de La Plata de la Policía Bonaerense allanó una conocida panadería y confitería ubicada en diagonal 73 y calle 64 y detuvo a de su dueño, Diego Maximiliano Suárez, de 46 años, en el marco de una investigación que ya lleva más de diez meses.

La fiscal Betina Lacki lo acusó de abuso sexual gravemente ultrajante agravado contra varias de sus empleadas. La situación se conoció el año pasado, a partir de la denuncia presentada por una trabajadora de limpieza que, desde su ingreso al comercio, en 2019, fue víctima de reiterados ataques durante sus jornadas laborales.

En este marco, en el día de ayer, una de las jóvenes víctimas que se animaron a denunciar al comerciante, rompió el silencio en un programa de televisión. Preservando su identidad, contó que decidió radicar la denuncia en la DDI un 8 de marzo, en el “Día de la Mujer”, siendo que después de dos años de abuso, “decidió no callarse más”.

De acuerdo a su duro relato, la ahora ex trabajadora de la panadería reveló que los abusos se daban en “puntos ciegos” del local, siendo que eran en lugares en donde no habían cámaras de seguridad.

“La denuncia la hice dos años después de lo que sucedió. Yo ingresé en el 2017 y me costó un montón tomar la decisión para poder denunciarlo, pero no quiero que nadie más lo sufra. Fue un infierno lo que viví adentró”, sostuvo la mujer que afirmó que ingresó a trabajar con 22 años.

“En la panadería hay puntos ciegos donde las cámaras no enfocan, y él lo tenía ya estudiado. En el baño siempre se aparecía, era una tortura cuando tenías que ir a hacer tus necesidades o limpiarlo, era un castigo”, sostuvo entre lágrimas.

Y agregó: “En mi caso se aparecía cuando limpiaba. Él se quedaba parado preguntando cosas que no tenían nada que ver con el trabajo. Preguntas referidas al sexo, si tenía o no tenía novio, comentarios sobre mi cuerpo, mi manera de vestir, hasta encontrar el momento para poder avanzar”, expresó.

De la misma forma indicó que también eran sometidas a “maltrato laboral” por parte del acusado. “El maltrato laboral era tremendo. No nos dejaban tomar agua, y a las nuevas las terminaban echando”, apuntó.

Todo esto fue además afirmado por Sofía Caravelos, abogada de la víctima que también se pronunció y brindó detalles del modus operandi del acusado. Durante su relato, la letrada especificó que el presunto abusador aprovechaba los “puntos ciegos” del comercio para abusar de la víctima que representa.

“Hay mucho miedo entre las empleadas y ex trabajadoras”, afirmó la abogada.

Cabe recordar que el panadero acusado, un día después de la detención, se había negado a declarar ante la fiscal que investiga el caso, Betina Lacki. En la investigación interviene también el Juzgado de Garantías N°6, a cargo de Agustín Crispo.

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE