Medidas de fondo para garantizar la seguridad en el clásico platense

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Algunos anuncios realizados en las últimas horas sobre una serie de medidas de tipo preventivo que se adoptarán para garantizar la seguridad en el partido clásico que disputarán este domingo Gimnasia y Estudiantes, relacionadas a temas tales como la actuación de la Policía, el itinerario de los hinchas en su ingreso y egreso, los anillos de seguridad que se fijarán en el operativo y la capacidad para la que estará habilitado el estadio de la primera de las entidades nombradas, que actuará como local, anticiparon ayer parte de las medidas que se pondrán en práctica para garantizar un desarrollo pacífico del encuentro.

A ello se vinieron sumando en las jornadas precedentes reuniones entre directivos y exjugadores de ambos clubes, en las que se coincidió sobre la necesidad de que un partido de fútbol no sirva como excusa para que se desaten incidentes graves, tal como, lamentablemente, suele ocurrir.

En esta oportunidad, el hecho de que se hable de uno de los clásicos más tradicionales del fútbol argentino, hace que no sólo la pasión deportiva suba de tono, sino que suelen servir de excusa para que los barrabravas se desmanden, originándose a partir de allí incidentes muy graves, tanto en el interior como afuera de los estadios.

Corresponde recordar, a título de mayor abundamiento, que existen sobrados antecedentes de violencia entre grupos de barrabravas de Estudiantes y de Gimnasia, con uso de bombas Molotov, con bataholas que han incluido cruces de disparos, pedreas, golpes de puño y el penoso saldo de personas heridas y detenidas. Tal como se dijo, lo mismo viene ocurriendo hace ya demasiado tiempo en muchas otras ciudades y estadios del país, en episodios escandalosos relacionados al fútbol profesional.

Se conoce también que, sobre todo en los partidos clásicos, no faltaron fiscalizaciones policiales previas y diversas medidas encaminadas a evitar incidentes. Casi 2 mil efectivos desplegados en uno de los últimos partidos entre River y Boca, más los casi mil vigiladores privados y los 500 controles de UTEDyC, con molinetes de ingreso, no pudieron evitar los gravísimos desórdenes registrados.

Estas consideraciones no intentan traducir ningún tipo de desmerecimiento a las medidas de prevención anunciadas por las autoridades y a los acercamientos realizados entre directivos de ambos clubes para pueda disputarse un clásico en paz, sino, por el contrario, lo que procuran es que se profundicen y que, sobre todo, se extiendan en el tiempo estas actitudes, tan necesarias para crear una cultura de concordia propia del espíritu deportivo y de principios que hacen a la mejor convivencia social. Es de esperar, entonces, que el clásico platense pueda disputarse con total normalidad el próximo domingo.

Está por demás sabido que existen en el fútbol grupos minoritarios –los conocidos barrabravas- que utilizan a este deporte con fines delictivos, que agreden con bombas Molotov, bengalas, armas de todo tipo y que dejan siempre, tras los incidentes irracionales que desatan, el saldo de personas muertas y heridas. Esto es lo que viene ocurriendo desde hace ya demasiado tiempo en el fútbol argentino y estos grupos deben ser erradicados, con el apoyo de las fuerzas policiales, de la Justicia y de los clubes.

Existen probados ejemplos, dignos de imitar, como el que se presentó en Inglaterra para combatir a los temidos “hooligans” –hinchas que desencadenaron tragedias en varios estadios ingleses y europeos- hasta que en 1989, mediante a las decisiones conjuntas que adoptaron el Estado británico, la Policía, los clubes de fútbol y la empresa privada, lograron erradicarlos por completo.

 

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