VIDEO. Una plaza casi vacía y un recinto con varias ausencias
Edición Impresa | 2 de Marzo de 2023 | 01:53

Por EMILIANO RUSSO
Durante la abrasadora jornada de ayer se notó poco fervor entre los cientos de militantes que se agolparon frente al Congreso. No hubo lleno del perímetro que rodea al Congreso ni mucho menos sino que, a la postre, todo se trató de una forzada postal empujada por el “albertismo” ante el temor a la “plaza vacía” en el que podría ser el último discurso de A. Fernández al frente de la primera magistratura.
Desde las 10.30 el sonar de los bombos acompañaba a un grupo convocado por el Movimiento Evita, Barrios de Pie y otras organizaciones sociales y algunas intendencias, como San Martín y La Matanza. “Los intendentes trajeron las banderas nomás”, bromeó un dirigente social que admitió la escasa concurrencia. Como muestra basta un botón: media hora después del saludo final de Alberto Fernández, la plaza de los Dos Congresos estaba vacía y se había restablecido el tránsito en la zona.
“No hay nadie en la calle. Sólo estamos alertas por la marcha de los movilizados en el Teatro de Operaciones de la guerra de Malvinas (los que no viajaron a las islas)”, expuso un jefe de custodia consultado poco antes del arribo del Presidente.
Sí desde temprano integrantes del partido del Trabajo y la Equidad (ParTE), del legislador porteño Claudio Ferreño, manifestaron su apoyo al Presidente con banderas y antes habían realizado una pegatina con afiches de “Alberto 2023” por la zona. También hubo pancartas a favor de Cristina, como una de La Matanza que expuso que el intendente Fernando Espinoza jugó a “dos bandas” durante la inauguración de las sesiones ordinarias del Parlamento.
La portavoz Gabriela Cerruti protagonizó un comentado episodio que, una vez más, despertó cierto malestar en el resto del gabinete. Pasadas las 10 de la mañana no quiso subirse a la combi que trasladó a los ministros con el objetivo de poder viajar en el auto que transportó al Presidente y al jefe de gabinete, Agustín Rossi. Como no lo pudo hacer, tuvo que enlazar las 12 cuadras que separan la Casa Rosada del Parlamento en otro rodado. Pero luego fue demorada por la custodia en el ingreso al palacio legislativo porque quedó aislada del resto de los funcionarios y. así, no pudo ocultar su malhumor por haber ingresado con algo de demora al recinto.
No hubo gran presencia de intendentes del Conurbano -se contaron menos de diez-. ni tampoco de sindicalistas, sólo Hugo Moyano, Héctor Daer y Carlos Acuña, dijeron presente.
Tampoco hubo movilización de La Cámpora, por cierto. Dentro del recinto no se escucharon manifestaciones de apoyo al jefe de estado de parte de los legisladores identificados con esta agrupación. Fernanda Raverta y Luana Volnovich, titulares del Anses y Pami, respectivamente, se retiraron presurosas por avenida Rivadavia una vez culminado el discurso. No quisieron emitir opinión sobre lo acontecido. Tampoco participaron de los cánticos dentro del recinto que celebraron al jefe de estado en su embestida contra la oposición y el máximo tribunal.
En el kirchnerismo hubo, en verdad, cierta ambigüedad con el discurso presidencial: los diputados Leopoldo Moreau y Hugo Yasky sí se mostraron conformes con la denuncia de las supuestas maniobras de la Corte. También la familia Kirchner replicó esta postura: Cristina cumplió con su rol institucional sin sobreactuaciones pero su hijo Máximo, se ausentó de la asamblea legislativa.
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