Por un secuestro y abuso, podría pasar 30 años preso
Edición Impresa | 9 de Marzo de 2023 | 04:48

La acusación en el juicio que se le sigue a un ex fisicoculturista platense, hoy con otra fisonomía por los efectos del paso del tiempo dentro de la cárcel, fue muy dura. Y no es para menos, si se tiene en cuenta los graves cargos que le endilgaron, tanto el representante del Ministerio Público fiscal, Mariano Sibuet, como el representante del particular damnificado, Rolando Sberna.
Se trata de Néstor Hermindo Monzón, para quien requirieron hasta 30 años de cárcel por haber supuestamente secuestrado, drogado y violado -en 2016- a una mujer en un PH de Plaza Belgrano, entre el 29 de octubre y el 3 de noviembre de ese año.
Según fuentes de tribunales, la pena más gravosa fue peticionada por el abogado Sberna, mientras que el fiscal Sibuet solicitó 28 años de prisión.
Este proceso judicial, que había sido suspendido en 2020 a causa de las restricciones por la pandemia de Covid-19, está a cargo del Tribunal III de La Plata, integrado por Ernesto Domenech, Andrés Vitali y Santiago Paolini.
Monzón está imputado por “abuso sexual con acceso carnal reiterado y doblemente agravado y privación ilegítima de la libertad”.
El fiscal Sibuet señaló como agravantes las “consecuencias físicas y psíquicas”, la “situación de desamparo de los familiares” y la “reducción” de la mujer a una “cosa”.
De acuerdo a la denuncia, la víctima, de 45 años, buscaba un trabajo adicional cuando un hombre apodado “Gurí” la contactó el 29 de octubre de 2016 en Plaza Italia y le dijo que conocía a alguien.
“Gurí” le dijo que sabía de un hombre (por Monzón) que ofrecía un trabajo administrativo con un sueldo de entre 10.000 y 13.000 pesos por mes y le indicó que lo acompañara a un PH de 36 entre 13 y 14.
Siempre de acuerdo a la acusación, “Gurí” y la mujer fueron hasta ese domicilio, donde el primero llevó unas bebidas alcohólicas y se fue, aunque la víctima no pudo abandonar el lugar.
La mujer denunció que el acusado la golpeó, la obligó a tomar ron y la violó impidiéndole toda vía de escape hasta la tarde del 3 de noviembre de ese mismo año, cuando la echó a patadas de su domicilio diciéndole que lo seguía la Policía.
El testimonio de la víctima, en la primera jornada de debate, fue desgarrador y, por momentos, con baches producto de la angustia.
Tanto que se habría olvidado de apuntar, como surgiría de la instrucción, que Monzón le pidió, para dejarla salir, que llamara a los hijos con un falso mensaje de que estaba todo bien. Ella cumplió, pero él no, por lo que el calvario continuó hasta que pudo escapar y pedir ayuda.
La defensora oficial, Sofía Rezzónico, a su turno, pidió la absolución por el beneficio de la duda, ya que habló de un relato confundido de la víctima, del hallazgo de un preservativo con semen de otro hombre y que el rapto no existió al quedar subsumido en la figura del abuso.
El próximo lunes, al mediodía, se conocerá el adelanto del veredicto.
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