Música, motos y barras para otra noche infernal

La noche y la madrugada volvieron a ser este fin de semana terreno abonado para el fastidio en la zona de 5 y 58 y en las inmediaciones de Plaza Malvinas, a raíz de la música que traspasa ventanas y paredes y el descontrol de la calle.

“Estamos perturbados por ruido y así vivimos, haciendo denuncias que nunca acaban con el problema”, le dijo a este diario una vecina de la esquina en la que confluyen la diagonal 78 con 5 y 58. Allí también se juntan dos boliches en unos 50 metros. “Tenemos un historial de acciones con esta gente pero nada da resultados. Lo último que nos propusieron desde el municipio es presentar una nota al presidente del Concejo Deliberante para que se trate el tema de los decibeles”, agregó la vecina y se preguntó: “¿Con la acumulación de denuncias, por qué no inhabilitan el lugar? ¿Por qué no los obligan a insonorizar?”, indicó.

En ese punto sostienen que los fines de semana tienen recitales entre las 20 y la medianoche y cuando se apagan esos equipos, se enciende el boliche que está a la vuelta.

Desde el Municipio se indicó que “se registraron denuncias de dos vecinos. Los agentes municipales se hicieron presentes en ambos establecimientos. A la par, las autoridades de la comuna realizaron las mediciones de sonido correspondientes, arrojando resultado negativo”. Eso es, con “los decibeles dentro de los parámetros regulares”.

A metros de la Plaza Malvinas desde una casa se indicó que “de jueves a sábados y a veces domingos hay operativos, así que el tema de las motos y explosiones está manejado hasta las 3.30 o 4. Luego alguno pasa a modo de vendetta, pero no es lo mismo que antes”.

En cambio, “lo que sigue sin solución es el tema de los barrabravas que se juntan en 19 entre 54 y 55. Son gritos y alaridos por largas horas, aunque haya operativo, incluso insultan a los agentes” concluyó un portavoz vecinal.