La noche mágica de Gimnasia pasará a la historia como el match perfecto de Lescano
Edición Impresa | 25 de Abril de 2023 | 05:10

Por MARTIN MENDINUETA
La memoria colectiva hará justicia con el impactante triunfo que supo construir el Lobo de Chirola anoche en el estadio Diego Armando Maradona. Fue grande. Fue necesario. Y, sobre todo, significó un espaldarazo fenomenal en lo anímico para un plantel que, aun en los peores momentos, ha mostrado un espíritu solidario inquebrantable.
El mejor ejercicio de valoración será recordar los oscuros pronósticos que acompañaron el viaje de la delegación mens sana a La Paternal. ¿Quién daba un mango por esa formación remendada? ¿Quién veía ganador a ese Lobo repleto de suplentes y de ácidas críticas por lo que le pasó en la altura de Bogotá? ¿Quién olfateó la proeza de vencer al mismo equipo que había derrotado al Corinthians en Brasil por la Copa Libertadores de América? ¿Quién defendía las condiciones de Tomás Durso después de los goles recibidos? ¿Quién dijo a las seis de la tarde de ayer que le tenía confianza a la estrategia que podía pergeñar Sebastián Romero con su cuerpo técnico para tan complejo examen?
Para todos esos interrogante hay una sola respuesta. Nadie.
En el inicio, el Lobo sorprendió y logró incomodar al Bicho. El impactante gol de Lescano fue precioso
Todo lo que hizo Gimnasia anoche (aciertos y errores) completaron un paquete de emociones fortísimas que sus hinchas no van a olvidar. Lo que gozó y lo que sufrió hizo que ningún tripero pudiera conciliar rápido el sueño. Fue un partido de locos. Hermoso y terrible al mismo tiempo. No hubo baches de aburrimiento. La repetición tendrá un buen rating.
Cuando repasen las acciones, ya sabiendo el final de la historia, aparecerán detalles que han quedado detrás de los brillos de cada gol.
presión constante y valentía en una primera etapa electrizante
No bien pitó el árbitro Hernán Mastrángelo el Lobo de Chirola empezó a jugar un primer capítulo que será injusto no recordar con emoción.
La presión alta fue admirable. Argentinos Juniors, tan sorprendido como incómodo, no lograba salir prolijo y se equivocaba de manera constante. Ese inicio fue todo un mensaje de quien había llegado al estadio Diego Maradona muy disminuido, repleto de jóvenes suplentes, pero con una actitud merecedora del más fuerte aplauso.
Nadie imaginó un comienzo de esas características. Lo más fácil de imaginar era que el modesto huésped se abroquelara atrás, bien atrás y extremando los recaudos para adoptar un perfil bien conservador.
Craso error. La valentía de cada jugador tripero y el enorme talento de Alan Lescano construyeron un rato electrizante, estupendo para seguir con lujo de detalles.
El despliegue de energías del debutante como titular Ivo Mammini fue impresionante. Corrió a todos, siempre y cuando tuvo la pelota la cuidó sin mostrar miedo ni timidez.
La primera mitad fue digna de un cuadro. La actitud combativa y hambrienta de Gimnasia, aunque no hubiera conseguido el objetivo buscado, ya lo ponía a salvo de cualquier reproche hiriente.
EL AUTOR DE LAS DOS PRIMERAS OBRAS DE ARTE LA ROMPIÓ TODA
Pasarán los años y Alan Lescano, en cualquier momento de su vida, recordará estos dos sueños con silueta de gol y se le dibujará una sonrisa incomparable. El primero fue hermoso. En el estadio de Maradona le rindió un homenaje estupendo. La trayectoria de la pelota, mostrada por la transmisión televisiva en cámara lenta, fue un poema.
El tema es que su segundo alarido le compitió al primero en belleza y espectacularidad. Y hasta puede ser que lo haya superado. Haber transformado un mero despeje del arquero Lanzillotta en semejante bombazo a la red no pasó desapercibido en el contexto de un trámite de alto relieve técnico.
El segundo gol de la gran figura de la noche fue todavía más lindo. De aire, la clavó con talento
Alan Lescano fue el mejor jugador de un partido que tuvo varios picos altos de rendimiento.
Ivo Mammini, debutante como titular y autor de un cabezazo mortal, jugó como para quedarse. Así de simple.
Tomás Durso, quien venía escuchando críticas, se destapó atajando tiros tremendos. Con ellos tres se conformó el podio de un equipo que no podía parar de abrazarse adentro del vestuario visitante.
Este partido sólo terminó en el cronómetro del árbitro. De ninguna manera finalizó en el corazón de los hinchas albiazules. El sábado, cuando el Lobo aparezca por la manga, se seguirá hablando de todo lo que generó esta victoria conmovedora.
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