Un capítulo altamente seductor le alcanzó al Pincha para construir otro impacto muy valorado

Benedetti ya es un titular de gran nivel. Fue esencial en el armado ofensivo y hasta se tiró al medio manejando con llamativa soltura la pelota

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Por MARTIN MENDINUETA

@firmamendinueta

Los números del ciclo a cargo de Eduardo Domínguez ya son una marca fuerte que los hinchas de Estudiantes repiten inflando el pecho de orgullo. Ocho victorias, un empate y sólo una derrota seducen por peso propio, pero anoche se observó con nitidez un salto de crecimiento exponencial que emergió como el lapso más destacado desde que se decidió el cambio de entrenador.

Tanto en la Liga Profesional como en la Copa Sudamericana, el León ha mostrado un nivel de eficacia imposible de ignorar. El recorrido impacta, pero la mejora colectiva en el momento de generar situaciones de peligro tuvo en Vicente López su punto más alto.

Estudiantes, especialmente en el primer capítulo, atacó veloz, convencido y mostrando elogiables recursos técnicos por la banda derecha, por el eje central y por la banda izquierda. Utilizó todo el ancho del campo para encerrar a Platense en un laberinto de impotencia.

En el boletín individual donde Benjamín Rollheiser, Mauro Boselli, Leonardo Godoy y Gastón Benedetti consiguieron excelentes calificaciones, el pibe que jugó adelantado por la banda izquierda mostró atributos que ya permiten considerarlo como uno de los que conforman la formación base.

 

El gol del uruguayo Méndez representa mucho para quien necesitaba gritar un tanto de su autoría

 

Suelto, atrevido, hábil y con panorama para cerrarse en algunos momentos generando buenos pases por el eje central, Benedetti llegó para quedarse.

En el contexto de un partido que sólo se complicó por el empuje bien intencionado, pero carente de claridad del Calamar, el joven que recibió el aval y la confianza de Domínguez, está creciendo a pasos agigantados.

en el primer tiempo el pincha atacó mereciendo muchos goles

En una producción ofensiva realmente destacada, Estudiantes debió terminar la etapa inicial con una goleada a favor.

Cada vez que se atacó lo hizo con convicción, velocidad, variantes y recursos técnicos de alto vuelo.

Mauro Boselli, Benjamín Rollheiser, Gastón Benedetti, Mauro Méndez y Leonardo Godoy construyeron combinaciones con pases bien dados y profundos. Platense, absolutamente extraviado, no sabía de qué manera contrarrestar a un León que utilizaba todo el ancho del campo; atacando con igual peligrosidad por derecha, por el centro y por el andarivel izquierdo.

Un remate de Godoy (bajo y cruzado sobre el palo derecho de Macagno) y un toque sutil de Boselli ante la salida del arquero (Vázquez evitó el gol en un esfuerzo desesperado) merecieron destino de red.

Que el primer capítulo haya terminado con Estudiantes ganando sólo por un gol de diferencia fue una injusticia que sólo el fútbol concibe de manera natural.

Eduardo Domínguez se fue al vestuario bastante molesto porque a su equipo le hacían algo de daño por los costados, pero seguramente satisfecho con la postura y, muy especialmente, con la variedad que mostraron sus dirigidos para generar peligro constante sobre el arco del rival.

En ese descanso, el entrenador decidió cuidar a Boselli para el partido del próximo martes ante Bragantino en Brasil, y por eso entró en acción el Principito Sosa. Fue un cambio que, como se suponía, iba a tener influencia en el trámite de las acciones.

JOSÉ SOSA NO ESTÁ BIEN Y LO RATIFICÓ EN EL RATO QUE JUGÓ

Entre tantas cuestiones positivas (el uruguayo Méndez redondeó una buena actuación con gol incluído), el nivel que volvió a mostrar José Sosa empuja a darle la razón al técnico en no haberlo puesto como titular. Su ritmo y eficacia en la administración de la tenencia están un escalón por debajo de lo que el equipo necesita.

 

Taborda achicó la diferencia sólo en el marcador. En el juego, el Pincha lo dominó a gusto

 

En el segundo tiempo Estudiantes rindió muchísimo menos. Sintió el esfuerzo, los cambios no fueron superadores y el León descendió al nivel de chatura que mostró el anfitrión durante toda la noche. Taborda achicó la diferencia numérica anotando un golazo, pero Platense jamás pudo ponerse a la altura de quien resultó el justo ganador.

Todo lo malo que le deparó a Estudiantes la etapa conducida por Abel Balbo se ha dada vuelta, de modo contundente, en las decisiones y en los resultados que está obteniendo con el actual cuerpo técnico.

Está creciendo. A un ritmo sostenido y pareciera que con una base cada vez más sólida. No es poco, justo cuando ahora tiene que jugar en Brasil.

 

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