VIDEO. El Parque Pereyra en sequía: árboles que caen y animales en las piletas
Edición Impresa | 8 de Abril de 2023 | 02:46

La sequía y las altas temperaturas que se registran desde hace dos años, según investigaciones sobre el clima, también golpean el hábitat del Parque Pereyra, que conforma un conjunto protegido junto con la Reserva Natural, entre La Plata, Berazategui y Ensenada.
Como parte de esa área, el Parque representa para la Región un núcleo de sanidad ambiental, comúnmente conocido como “pulmón verde”, entre la Rotonda de Alpargatas Villa Elisa, el Río de La Plata y la Ruta Provincial N° 36.
La profunda sequía y una ola de calor acechante, tienen a las especies que habitan allí condicionadas -al punto de modificar su conducta- o directamente dañadas como en el caso de los árboles, según le contaron a este diario desde el predio.
Alba Alé, Guardaparque Inspectora, aseguró que los animales entran en un estado de desesperación buscando agua fuera de su hábitat. En algunos casos, para poder subsistir llegaron a las piletas de los barrios lindantes para estar en contacto con el agua, contó.
En la Reserva, que cuenta con más de 16.000 hectáreas de extensión (sumando áreas fuera del Parque), hay mamíferos, reptiles y aves de origen autóctono.
En esa variedad, aparecen zorros, gatos monteses, nutrias, carpinchos y comadrejas. En el caso de las aves, algunas migran desde Norteamérica. Otras son del área, pero se trata de especies acuáticas.
Alé asegura que ante las altas temperaturas similares a un clima tropical “las especies de los árboles no pueden nutrirse de las napas y se derrumban estando vivos”.
Allí, se ubica el Agathis alba, comúnmente conocido como “Árbol de cristal” es una especie arbórea proveniente de Malasia y es el único ejemplar que sobrevivió de los 12 que se plantaron allí hace 150 años por Leonardo Pereyra Iraola. En 1992, fue declarado Monumento Natural por la Honorable Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires.
Los arroyos también se ven atravesados por la sequía, con una cantidad de agua mínima. A pesar de que sus cursos son variables por su estrecho contacto con el Río de La Plata, el agua se encuentra por debajo de los indicadores normales y afecta a la dinámica natural de las especies. Asimismo, los animales buscan subsistir y eso los pone en riesgo.
Los guardaparques, contó Alé, están atentos a esas situaciones y a los llamados cuando aparecen animales en zonas urbanas aledañas: “No cuidamos las áreas protegidas solos. Si nosotros no logramos que la sociedad se una a nuestro trabajo, estos lugares no van a poder ser cuidados”, afirmó.
Ante la problemática en la Reserva, consideró que “la solución en lo inmediato es preservar lo poco que queda, para asegurarle a esas especies que van a seguir teniendo y no van a perder territorio. Lo importante sería que no se avance más sobre humedales o sobre reservas de agua”, dijo.
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