Nuevo reclamo de los empresarios platenses por la venta ambulante
Edición Impresa | 13 de Mayo de 2023 | 02:52

Hace pocas semanas se publicó en este diario un informe de la Cámara Argentina de Comercio que confirmó un ostensible crecimiento de la venta ambulante en La Plata, corroborado por un aumento mayor al 90 por ciento en la cantidad de puestos en marzo pasado con respecto al mes de febrero anterior. Y en las últimas horas acaba de expedirse la Federación Empresaria platense mediante un comunicado conocido en las últimas horas, que contiene una expresión elocuente: “No se soporta más la competencia ilegal”.
Tanto una como otra entidad coincidieron en que el problema en estos meses concierne por igual a la órbita nacional como a la local, ya que distintas entidades de esas jurisdicciones sostienen que la venta informal sigue creciendo, en un fenómeno antes combatido que, en cambio, es tolerado ahora en muchos distritos por las distintas autoridades.
“La Federación Empresaria de La Plata alza su voz una vez más en defensa del comercio legalmente constituido, jaqueado por diferentes prácticas irregulares cada vez más extendidas, toleradas, a la vista de la comunidad y de las autoridades correspondientes”, dijo la entidad.
Tal como se publicó ayer en este diario, junto con los reclamos por la falta de acciones ante el constante aumento del número de puestos callejeros, se cuestionó también la habilitación de espacios en las plazas de la Ciudad donde se comercializa todo tipo de productos.
“Inseguridad, trabajo irregular, sin controles impositivos, laborales ni bromatológicos (que sí se hacen en el comercio registrado); publicitados abiertamente en redes sociales que parece no ser tenido en cuenta por las autoridades, un Estado muchas veces ausente de fiscalizaciones policiales, municipales y gubernamentales en la capital de la provincia de Buenos Aires”, señaló la FELP.
Se aludió asimismo a las distintas modalidades delictivas que conforman a la venta ambulante -violencia y malos tratos inferidos muchas veces por los organizadores a los puesteros, marcas apócrifas, mercaderías de procedencia desconocida, evasiones a tasas municipales y a impuestos nacionales y provinciales- que “constituyen graves amenazas para la convivencia pacífica y el normal desenvolvimiento de las actividades de la comunidad”.
Frente a la saturación de puesteros en calles, plazas y centros comerciales -problema que origina el reclamo a las autoridades por parte de la entidad- se encuentra la realidad de comercios, industrias y servicios que luchan en forma denodada por sobrevivir y proyectarse hacia un futuro mejor.
En ese contexto, no quedan dudas de que hacen falta medidas crediticias, impositivas y de otro tipo de estímulos que debieran promoverse cuanto antes a favor de la actividad económica formal, creadora de trabajos genuinos y multiplicadora de riquezas.
Se ha dicho ya y es preciso insistir: los problemas que plantea la crisis son de enorme magnitud y el empresariado puede dar fe de ello. La venta ambulante -prohibida en muchos distritos del Gran Buenos Aires- es exactamente lo contrario de lo que se necesita para que el país se desarrolle y avance.
El Estado debe ocuparse a través de otras vías de la situación de emergencia que puedan atravesar los puesteros, pero lo que no debe hacer -y es lo que hace, lamentablemente, tal como lo expresa el empresariado- es suponer que se pueda fomentar la ilegalidad y que ello aparejará beneficios.
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