Carlos III: una coronación con la familia real dividida

El sábado, cuando el rey de Inglaterra sea entronizado, los focos estarán puestos en un entorno donde hay una segunda esposa, Camila; un hermano incómodo, Andrés; y un hijo rebelde y molesto, el príncipe Harry

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El rey Carlos III vive en un palacio, viaja en un Bentley con chofer y es uno de los hombres más ricos de Gran Bretaña, pero se asemeja a muchos de sus súbitos en algo muy básico: su vida familiar es complicada. Muy complicada.

Hay una segunda esposa, un hermano incómodo y un hijo y cuñada molestos, todos con aliados que no son tímidos a la hora de compartir los secretos familiares a los amistosos periodistas.

El nuevo rey tendrá la esperanza de ocultar esas tensiones cuando su familia regiamente mezclada se reúna con más de 2.000 invitados para la coronación del rey Carlos este sábado 6 de mayo en la Abadía de Westminster. Todos asistirán con excepción de Meghan Markle, la duquesa de Sussex, esposa de Harry, uno de sus hijos.

La forma en que Carlos maneje el drama familiar en las próximas semanas y años es crucial para sus intentos por preservar y proteger la monarquía hereditaria que tiene más de un milenio y que ahora personifica. Sin el respeto del público, la Casa de Windsor corre el riesgo de terminar en el mismo costal con estrellas pop, influencers de redes sociales y concursantes de reality shows que alimenta a los tabloides británicos, lo que socavará el prestigio que sustenta su rol en la vida pública.

El historiador de la monarquía Hugo Vickers dice que las personas deben ver más allá de los titulares sensacionalistas y enfocarse en lo que Carlos logre ahora que es rey.

El espectáculo de terror se le volvió a presentar a Carlos la semana pasada, cuando el distanciado hijo más joven del rey, el príncipe Harry, dejó caer el martes otra ronda de acusaciones sobre la familia real al acercarse la coronación.

En pruebas escritas de su denuncia a la invasión de su privacidad contra un periódico británico, Harry afirmó que hace una década su padre evitó que presentara la demanda. El príncipe indicó que Carlos no quería sacar a la luz el testimonio explícito sobre su relación extramarital con la entonces Camila Parker-Bowles cuando estaba casado con la fallecida princesa Diana. Diana es la madre de Harry y su hermano mayor y heredero al trono, Guillermo, el príncipe de Gales. Camila, ahora la reina consorte, se casó con Carlos en 2005 y será coronada junto a su esposo en la Abadía de Westminster.

Si el pasado sirve de indicio, la atención ahora se volcará en el lenguaje corporal, la distribución de los asientos e incluso las opciones de vestimenta durante la coronación, mientras observadores reales buscan cualquier señal de relajación en las tensiones familiares.

Pero Joe Little, director editorial de la revista Majesty, duda que Harry vaya a tener mucho contacto con el resto de su familia.

Por su parte Camila, inicialmente denigrada por los seguidores de Diana, se esforzó mucho para rehabilitar su imagen. Se anticipa que su exesposo y sus hijos asistan a la coronación, y sus nietos serán pajes de honor.

En tanto Harry y Meghan se alejaron de la realeza hace tres años y se mudaron a California, desde donde han criticado mucho a la Casa de Windsor. En una entrevista de 2021 con Oprah Winfrey, insinuaron que en el palacio había racismo, al decir que un miembro no identificado de la familia real había preguntado sobre el color de la piel de su hijo antes de nacer.

En una serie de Netflix del año pasado, Harry dijo que el episodio es un ejemplo del prejuicio inconsciente y que la familia real debe “aprender y crecer” para que pueda ser “parte de la solución en lugar de parte del problema”.

Y luego está el príncipe Andrés, el hermano de Carlos, convertido en una bomba de tiempo hacia el interior de la familia real cuando el mundo se enteró sobre su amistad con el financista Jeffrey Epstein, condenado por agresión sexual (y fallecido en prisión en 2008), y su pareja de mucho tiempo, Ghislaine Maxwell, que cumple 20 años de cárcel en Florida, condenada por reclutar menores para Epstein.

Andrés renunció a sus labores reales en 2019 después de una desastrosa entrevista con la BBC en la que intentó explicar su vínculo con Epstein y Maxwell. Le quitaron sus títulos militares honorarios y apoyo económico mientras se preparaba para enfrentar una demanda civil presentada por una mujer que lo acusó de violarla siendo adolescente. Finalmente esta causa se cerró con un acuerdo extrajudicial en el que Carlos y la fallecida reina pagaron unos 7 millones de libras (8,7 millones de dólares).

 

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