Republicanos y la Casa Blanca tienen “serias diferencias”

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Las conversaciones entre la Casa Blanca y los republicanos de la Cámara de Representantes sobre el límite de deuda se detuvieron, arrancaron y volvieron a parar el viernes en el Capitolio en una vertiginosa sucesión de acontecimientos durante las negociaciones para evitar un impago de la deuda federal potencialmente catastrófico.

El gobierno del presidente Joe Biden está tratando de llegar a un acuerdo con los republicanos, liderados por el presidente de la Cámara, Kevin McCarthy, mientras el país se acerca al plazo límite del 1 de junio para elevar el límite de endeudamiento, que ahora es de 31 billones de dólares, para seguir pagando las facturas. Los republicanos piden importantes recortes en el gasto, algo a los que los demócratas se oponen.

Las negociaciones se detuvieron abruptamente a primera hora cuando McCarthy dijo que era el momento de “pausar” las conversaciones. Pero los equipos negociadores volvieron a reunirse por la tarde antes de dar por terminada la jornada en la noche. Biden, que está en Japón para asistir a la cumbre del G7, expresó su optimismo acerca de un posible acuerdo si ambas partes negocian de “buena fe”.

“Sigo creyendo que podremos evitar el impago y conseguiremos hacer algo”, afirmó.

Su secretaria de prensa, Karine Jean-Pierre, había reconocido antes la complejidad de las negociaciones.

“No hay duda de que tenemos serias diferencias”, indicó sin explicarlas.

Los principales negociadores del equipo de McCarthy dijeron tras la sesión vespertina que no tienen claro cuáles serán los siguientes pasos, aunque es probable que el diálogo se reanude durante el fin de semana. La Casa Blanca expresó públicamente su optimismo de que se pueda alcanzar una solución si ambas partes negocian “de buena fe”.

 

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