Especialistas alertan por la preocupante pérdida de fauna silvestre

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Especialistas en conservación natural advirtieron ayer que la fauna silvestre enfrenta una “preocupante situación” en el país, donde en las últimas décadas se redujo significativamente la población de mamíferos, reptiles, aves, peces y anfibios, por lo que llamaron a aplicar políticas de protección para revertir la actual crisis de extinción, al conmemorarse el Día Mundial de la Biodiversidad.

“La situación en Argentina es preocupante y no es ajena a lo que pasa en la región. El informe Planeta Vivo 2022 indicó que en Latinoamérica, una de las regiones más biodiversas del planeta, se registró un declive del 94% en las poblaciones desde 1970”, cuenta Fernando Miñarro, director de conservación de fundación Vida Silvestre.

Como señala el último estudio de especies amenazadas del Ministerio de Ambiente de la Nación, el 24% de los 395 mamíferos locales están en alguna categoría de amenaza, mientras que el 10,35% de las mil especies de aves del país se encuentran en la misma situación.

“Las principales causas de la reducción están vinculadas a la pérdida y degradación de hábitat ya que se puede encontrar un bosque en pie pero muy degradado o ríos contaminados”, explica Miñarro al señalar que “la caza ilegal y la sequía e inundaciones, que aumentan con el cambio climático, también empeoran la situación”.

La edición 2022 del Informe Planeta Vivo enfatizó la velocidad y la escala del impacto negativo que las actividades humanas tienen en la naturaleza, manifestadas en el descenso promedio del 69% en la abundancia de las poblaciones de mamíferos, reptiles, aves, peces y anfibios de todo el mundo.

Una de las formas que explican los especialistas que contribuyen a recuperar el número de animales es crear áreas protegidas para que puedan desarrollarse.

Desde la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN) alertan que en algunas provincias, como en Chubut, Rio Negro y Santa Cruz, se declaró a especies como el guanaco, el puma, el zorro gris y zorro colorado como perjudiciales para la producción, alentando así su matanza a través de habilitaciones para la caza deportiva y sistemas de recompensa económica por cada ejemplar abatido.

“Es fundamental que los incentivos perjudiciales para la biodiversidad sean eliminados. Estas medidas atentan contra el patrimonio natural argentino y se oponen a los compromisos internacionales asumidos por el país”, sostiene Ana Di Pangracio, directora ejecutiva adjunta de FARN, para quien “es necesario que las autoridades enfoquen sus esfuerzos y presupuesto en desarrollar opciones que permitan una convivencia pacífica entre la fauna silvestre, las poblaciones humanas y la producción”.

 

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