La CGT expuso su interna, sin críticas al Gobierno
Edición Impresa | 3 de Mayo de 2023 | 01:50

Emiliano Russo
efrusso@eldia.com
La CGT celebró ayer un acto por el Día del Trabajador en el que no pudo escapar a sus propias internas, con el faltazo de Pablo Moyano y de los dirigentes alineados al kirchnerismo, pero en el que aprovechó para sumarse a la embestida contra las propuestas “antisistema” de Javier Milei. Pese a reconocer la difícil situación económico-social, evitó cualquier cuestionamiento al Gobierno y pidió comprometer a toda la clase política en un “consenso” que permita “enderezar el rumbo” del país.
Durante la concentración en el pequeño estadio de Defensores de Belgrano disertaron los co-secretarios generales Héctor Daer y Carlos Acuña. Esta vez no hubo una descripción del documento “Estamos a tiempo”, con el que la semana pasada pidió un acuerdo político para avanzar en “diez puntos” que permitan ingresar al país en un sendero de desarrollo. Sí endureció el discurso contra “la derecha” y pareció seguir la estrategia que la semana pasada de alguna manera emparentó a Cristina Kirchner y Alberto Fernández en contra de Milei y los referentes de Juntos por el Cambio.
Hubo un ataque contra el histriónico economista a quien, sin nombrarlo, se le cuestionó su “irresponsabilidad” por pedir un proceso de dolarización en un país en el que la escasez de divisas pone en jaque las reservas del Banco Central. “Cuando tenés el espanto enfrente, es más fácil la unidad”, dijo un jefe sindical consultado a la salida del encuentro. Se refería a la organización del acto pero también al aparente alineamiento de la mayor parte de la central obrera con la precandidatura de Sergio Massa, a quien no se mencionó ayer en el escenario pero sí luego hubo dirigentes que lo postularon como el mejor representante del oficialismo.
Fue el caso de Andrés Rodríguez (UPCN), también adjunto de CGT, que dijo a este diario que el líder del Frente Renovador podría competir “en una PASO porque en la medida que se pueda garantizar una interna como lo fue la de Menem- Cafiero (de 1988), se puede potenciar al candidato vencedor”. Al ser consultado sobre la ausencia del dirigente camionero, sostuvo que “estuvo Hugo Moyano y nos quedamos con eso”.
La ausencia del exvicepresidente de Independiente y de sus aliados del Frente Sindical para el Modelo Nacional y de aquellos sindicalistas alineados con el kirchnerismo resultó notoria. La excepción fue el bancario Sergio Palazzo, que llegó a último momento al predio de Núñez y se retiró rápidamente. “Fue lo que esperaba” dijo sobre los discursos. Pareció una visita de compromiso.
UN clásico: camioneros vs. Uocra
El único momento de tensión del evento fue cuando Daer hizo uso de la palabra. En ese momento comenzaron a cantar los militantes de Camioneros y rápidamente fueron cruzados por sus similares de la Uocra, con quienes comparten una vieja rivalidad. Incómodo, el titular de Sanidad tardó varios minutos en retomar su discurso.
Si bien estuvo presente el “pater familias” en el escenario, un sector del gremio no tolera a los referentes del sector de “Los Gordos”, el mismo que la semana pasada se cortó solo en la visita al Palacio de Hacienda para dar apoyo a Massa en medio de la corrida cambiaria.
Ante el virtual alineamiento de un sector del movimiento obrero con el líder del Frente Renovador no dejó de resultar extraño que hagan una valoración en lo institucional de su desempeño atribuyéndole que la devaluación de la semana pasada afectará la estabilidad del gobierno, al tiempo que omitieran referirse a las variables económicas como el poder adquisitivo de los salarios, por ejemplo.
Sólo algunos dirigentes se mostraron cautos atentos al devenir de un Índice de Precios que viene horadando ese poder adquisitivo de los trabajadores. La opción de Daniel Scioli, quien pide pista en la primaria del Frente de Todos, tampoco fue descartada, por caso, por un referente que se ubica en el armado moyanista.
menos carga horaria
Otro dato fuerte de la jornada fue el pedido de Daer y Carlos Acuña, los triunviros que tomaron la palabra, para avanzar en una reducción de la jornada laboral de 8 a 6 horas diarias. Pareció, en verdad, parte de una estrategia para poner el tema en agenda y en paralelo rechazar los proyectos de reforma laboral que vienen meneando tanto los candidatos de Juntos por el Cambio como el libertario Milei.
Lo cierto que perdió fuerza el reclamo de un acuerdo social y los jefes sindicales parecieron subirse al discurso del oficialismo que intenta polarizar contra “la derecha”. Como dijo Daer, “hay que concientizar a los compañeros de no votar contra quienes van en contra de sus propios intereses”.
Perdió fuerza también el reclamo que la central obrera había realizado durante el acto del 17 de Octubre para garantizar “la cuota sindical” en el armado de listas a las distintas legislaturas. Ninguno de los secretarios generales se refirió al tema sino que fue Jorge Solá, el secretario de Prensa, que en los hechos, habló en lugar de Moyano, el que reclamó que el movimiento no vuelva a “ser un convidado de piedra” de la dirigencia política.
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