Cristina, otra vez contra la Justicia: “Me quieren presa o muerta”

Criticó duramente la decisión del fiscal de elevar a jucio oral y cerrar la investigación por el ataque que sufrió

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“Me quieren presa o muerta”, aseguró Cristina Kirchner y acusó a las autoridades judiciales que investigan el intento de magnicidio en su contra de “impedir que salga a la luz la verdad”, al rechazar el pedido del fiscal federal Carlos Rívolo de que se envíe a juicio oral a los tres acusados por ese hecho y así cerrar la etapa de investigación

La vicepresidenta calificó así como un acto de “impunidad” la decisión del fiscal de solicitar que la causa por el atentado que sufrió el año pasado la exmandataria sea elevada a juicio oral sin profundizar más en la investigación, como exige la querella.

“En un nuevo acto de consagración de la impunidad, el fiscal (Carlos) Rívolo dio por cerrada la investigación del intento de asesinato que sufrí el 1 de septiembre del año pasado y pidió la elevación a juicio de la causa únicamente respecto de Brenda Uliarte, Fernando Sabag Montiel y Gabriel Nicolás Carrizo”, dijo Cristina en un mensaje publicado en redes sociales.

“más allá”

La expresidenta aseveró que en su dictamen el fiscal “omite por completo valorar todo lo relacionado con las líneas de investigación que apuntan a personas que van más allá de Uliarte, Sabag Montiel y Carrizo”.

El ataque fue perpetrado cuando Sabag Montiel, brasileño de entonces 35 años, se acercó a la vicepresidenta mientras saludaba a seguidores a las puertas de su domicilio en el barrio porteño de Recoleta, que le mostraban su apoyo pocos días después de que un fiscal lanzara un duro alegato contra ella en el juicio en el que estaba acusada de delitos de corrupción en su tiempo como presidenta.

Desde entonces, la vicepresidenta, que acabó siendo condenada en diciembre pasado a seis años de prisión e inhabilitación política perpetua -sentencia que aún no es firme-, ha reiterado sus críticas a la Justicia, a la que acusa de perseguirla con el fin de proscribirla y de incitar a la violencia política.

En su mensaje de la víspera, Fernández aseguró que ni Rívolo ni la jueza a cargo de la causa, María Eugenia Capuchetti, “quisieron investigar el intento de asesinato y ahora pretenden cerrar la investigación con una celeridad que nunca demostraron en ninguna causa”.

Afirmó que “toda la investigación se caracterizó por evitar conocer la verdad”, con “un intento evidente y desesperado por evitar hallar la posible participación de terceros, financistas e instigadores”.

La vicepresidenta ha apuntado en varias ocasiones a los presuntos nexos del ataque con políticos de la oposición, entre ellos Patricia Bullrich, precandidata presidencial por la principal coalición opositora Juntos por el Cambio.

A su juicio, “desde el primer día hasta hoy, las autoridades judiciales han puesto una traba tras otra para impedir que salga a la luz la verdad de lo ocurrido el 1 de septiembre de 2022”.

“Como he dicho, para Cristina Fernández no hay ni habrá justicia, ni como acusada ni como víctima. Me quieren presa o muerta”, concluyó.

El pedido del fiscal

Horas antes de las cataratas de críticas de Cristina, el fiscal que dirige la investigación del frustrado atentado que sufrió la vicepresidenta pidió enviar a juicio oral a los tres detenidos.

Rivolo confirmó a EFE que dio por finalizada la etapa de instrucción y solicitó a la jueza del caso, María Eugenia Capuchetti, que se eleve a juicio.

El principal detenido es Fernando Sabag Montiel, acusado de ser quien disparó a la cara de la vicepresidenta con una pistola que no llegó a detonar.

También están detenidos su novia, Brenda Uliarte, como presunta coautora del delito de homicidio, y Nicolás Carrizo, de cuyo teléfono móvil supuestamente salieron varias comunicaciones vinculadas al atentado y que es considerado partícipe secundario.

¿testigo clave?

En Twitter, la exmandataria se refirió a una noticia publicada por el diario Página 12 que revelaba que una testigo clave del caso sufrió presiones para borrar los datos de su teléfono móvil en unas oficinas relacionadas con Bullrich.

Según esta información, la testigo, exasesora del diputado opositor Gerardo Milman, declaró ante la Justicia que no vació el teléfono “por voluntad propia, sino que fue llevada a oficinas de Patricia Bullrich, donde un perito eliminó el contenido de su aparato, el de otra asesora y el del propio Milman”.

De acuerdo con el diario, la testigo estaba en compañía de Milman en un bar cuando otro funcionario del Congreso lo escuchó decir “cuando la maten yo estoy camino a la costa”, justo dos días antes del atentado.

“Resulta muy impresionante no solo la naturalización de la violencia política sobre mi persona, sino también el encubrimiento del intento de asesinato ocurrido el 1 de septiembre”, señaló Fernández.

“El fiscal y la jueza nunca quisieron investigar el intento de asesinato”, acusó la vicepresidenta

Bullrich, que fue ministra de Seguridad durante el Gobierno de Mauricio Macri (2015-2019), se pronunció poco después: “Ya no saben qué inventar frente al total y absoluto fracaso de su patético cogobierno. Conmigo, el 10 de diciembre el kirchnerismo se acaba”, remarcó la política.

Sobre las pruebas aportadas en relación con el diputado Milman, a quien un testigo le atribuyó haber dicho el 30 de agosto último “cuando la maten voy a estar camino a la costa”, Fernández de Kirchner adujo que Rívolo “no dedica ni una sola palabra a sopesar su importancia para la causa”.

Y analizó que el fiscal “ni siquiera menciona” la declaración de la exasesora de Milman, Ivana Bohdziewicz, en la que contó “cómo la llevaron a borrar su celular a las oficinas de Patricia Bullrich”.

La vicepresidenta advirtió que “curiosamente” ese hecho es el “único ‘olvido” que tuvo Rívolo al repasar los testimonios brindados en la causa.

 

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