Amenaza de bomba: ¿una azafata despechada?

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Una azafata de Aerolíneas Argentinas fue detenida como presunta autora de una llamada que alertó sobre la supuesta colocación de una bomba en un vuelo de la compañía del domingo 21, con destino a Miami, cuyo despegue quedó demorado más de 7 horas tras la amenaza y será indagada hoy por el juez federal de Lomas de Zamora, Federico Villena.

Aunque la causa en torno al episodio se encuentra bajo secreto de sumario, fuentes judiciales aseguraron que “hay elementos de prueba suficientes” contra la mujer a quien se acusa de “coacción agravada al piloto” por “referencias a su familia”, luego de haber intentado “hacer pasar la amenaza como una interna sindical”.

La mujer fue apresada al arribar al país en su último vuelo y está acusada de ser la autora del llamado que recibieron tanto el comandante a bordo en su teléfono personal, como otros integrantes de la empresa.

La llamada puso en alerta a la seguridad del aeropuerto, que implementó un operativo que demoró la salida del vuelo y generó complicaciones a los 270 pasajeros que viajaban en la aeronave. Finalmente, tras corroborarse que se trataba de una falsa amenaza, el avión despegó a las 16.50, más de nueve horas después de lo previsto.

De acuerdo con fuentes vinculadas con la investigación, la amenaza consistió en un audio que decía: “Decile al capitancito que le pusimos tres bombas en el Miami. Que se deje de joder con la política y chequee el avión porque van a volar en mil pedazos”.

Pese a que la voz estaba distorsionada, los investigadores pudieron establecer, primero que se trataba de una mujer y, luego, determinar el origen de la misma, lo que llevó a la detención de la azafata,

La justicia investiga si la mujer habría mantenido, hasta hace dos meses, una relación sentimental con un tripulante de cabina que se encontraba en el vuelo que debía despegar hacia Miami y habría utilizado la amenaza al comandante y al avión para desviar el verdadero motivo, que sería complicarle la vida a su expareja.

A tal fin, las fuentes indicaron que, para sostener esa línea, también habría mandado mensajes al piloto del vuelo, en el que le advertía que “sabía a qué colegio” iban “sus hijas”.

Dado que los delitos de “intimidación pública y entorpecimiento de los servicios públicos” son faltas graves , “de comprobarse la acusación la empresa podría sancionar a la persona investigada de forma proporcional a la gravedad del hecho”, mencionaron las fuentes.

Aerolíneas Argentinas sufrió una pérdida superior al millón de dólares entre el operativo de evacuación de los pasajeros y lo que implicó la reprogramación de la partida hacia Miami y las demoras ocasionadas.

 

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