La Ciudad no debiera ser una zona liberada para los motochorros
Edición Impresa | 5 de Mayo de 2023 | 04:33

El gravísimo episodio registrado en Villa Elvira, cuando dos motochorros que intentaban robarle una motocicleta a una mujer, abrieron fuego contra un grupo de vecinos e hirieron a uno de ellos antes de darse a la fuga, en un hecho que quedó grabado por una cámara de seguridad ubicada en el lugar, sirve para rescatar un reclamo ya pretérito de la población en el sentido de que la Policía encare, de una vez por todas, un combate integral contra los motochorros en la Ciudad.
Según lo informado por fuentes oficiales, lo que se pudo constatar en las imágenes captadas y lo atestiguado por vecinos, los ladrones actuaron a plena luz del día, interceptaron a una mujer para apoderarse de su rodado y los gritos y amenazas hicieron que algunos vecinos se acercaran al lugar.
Allí fue cuando los motochorros realizaron primero disparos al aire y luego contra el grupo, resultando herido en el pecho uno de los presentes que fue trasladado de inmediato al hospital en un auto que se encontraba estacionado a metros de allí. Ante la reacción vecinal, los motochorros desistieron del atraco y se dieron a la fuga.
Se trata sólo de un caso, de los numerosos que se registran todos los días. Se está frente a una sucesión interminable de episodios similares, ante los cuales la Policía debiera definir una estrategia y combatir con mayor eficacia. En La Plata y desde hace ya muchos años que los motochorros se convirtieron en un problema particular, dentro del genérico flagelo de una seguridad que no deja de crecer.
Sin que se convierta el transitar en motos en un hecho de por sí sospechoso, daría la impresión de que la Policía debería, en cambio, realizar alguna actividad de naturaleza preventiva destinada a detener el accionar de muchos malvivientes que utilizan a esos vehículos para sus correrías.
Es seguro que la Policía puede contar con indicios y otros tipos de semipruebas, como para encarar un combate cierto contra los motochorros. Una sola mirada realizada por cualquier observador cotidiano le permite advertir la gran cantidad de pequeñas motos que transitan sin patente por la Ciudad. Ese sólo detalle tampoco es revelador de que sus conductores sean delincuentes, pero podría permitir la obtención de indicios.
Los operativos de control callejero que se realizan sirven, eventualmente, para detectar irregularidades de naturaleza penal, más allá de los aspectos contravencionales propios de las leyes del tránsito. La continuidad de estos operativos también contribuiría.
Una mayor presencia en los barrios, aprovechar y no desechar los datos vecinales, así como una mínima inteligencia desplegada en las investigaciones preventivas –tal como se le está pidiendo desde hace tiempo en las asambleas vecinales- podrían ser parte de los métodos conducentes para frenar el auge de los motochorros.
La experiencia demuestra que, cuando la Policía lo quiere y se decide a actuar, la ola de delitos se mitiga. Es una realidad ya probada. En el caso que aquí se refleja, sólo haría falta, entonces, que la fuerza policial inicie un combate sistemático contra los motochorros y los resultados positivos no tardarían en hacerse sentir. En cambio, si no lo hace, la Ciudad seguirá siendo zona liberada para esos delincuentes.
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