Adiós a Alfredo “Tanque” Rojas, aquel goleador letal del Lobo del ‘62 que fue figura en Boca

El goleador que marcó la década del ‘60 falleció ayer y fue recordado por los clubes por los que pasó, entre ellos Gimnasia, donde fue ídolo

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Lo llora el Lobo. También Boca, donde fue campeón en 1965. Falleció el “Tanque” Alfredo Hugo Rojas, un símbolo del fútbol de finales de los ‘50 y prácticamente toda la década del ‘60, en la que dejó marcado a fuego su cabezazo y otras armas que lo convertían en un goleador letal: su enorme potencia, sumada a su garra y combatividad, dieron forma a un ariete letal, un terror de las defensas contrarias.

Según confirmaron allegados de la familia, el exfutbolista perdió la vida tras descompensarse en una cochera y ser hallado por una persona que dio aviso a las emergencias médicas. La noticia generó una inmediata repercusión en los clubes en los que brilló, empezando por Gimnasia, donde jugó entre 1962 y 1964 y fue el “9” potente del Lobo de Fernández Viola primero y Adolfo Pedernera después que peleó el título hasta las últimas fechas.

“Lamentamos el fallecimiento de Alfredo “Tanque” Rojas, destacado jugador y goleador de nuestro Club durante la década del ‘60. Enviamos nuestras condolencias a su familia y amigos en este difícil momento. Descansá en paz, Tanque”, fue el mensaje del club tripero a través de sus redes sociales.

Por su parte, ante el fallecimiento de su exjugador, también el xeneize eligió la despedida desde las redes oficiales. “El Club Atlético Boca Juniors lamenta el fallecimiento de Alfredo Hugo Rojas, histórico jugador xeneize, a sus 86 años. Saludamos afectuosamente a su familia y seres queridos en este triste momento. Que en paz descanses, Tanque”, señala el comunicado difundido por Boca Juniors.

Formado en Lanús, su debut fue en los inolvidables Globetrotters, un equipo que llegó a la hazaña del subcampeonato con figuras como Daponte, Guidi, Nazionale y un señorial marcador central llamado José Mnauel Ramos Delgado.

Transferido por el Granate el fútbol español -en un tiempo de escasas ventas a Europa de los clubes denominados chicos- el Tanque jugó del ‘58 al ‘61 en Celta y Betis, para ser repatriado por River Plate para el campeonato de 1961, donde mayormente fue suplente. Su llegada a Gimnasia le devolvió brillo a una carrera que ya acumulaba una Copa del Mundo (estuvo en Suecia ‘58) con apenas 21 años y que sumaría capítulos con la albiceleste, como la Copa de las Naciones disputada en Brasil en 1964, donde Argentina se consagró campeón ante el Brasil del “Rey” Pelé, el Portugal de Eusebio y la Inglaterra de Bobby Charlton, certamen del que Argentina fue campeón, con goleada 3 a 0 sobre el Brasil de Pelé bicampeón mundial y con goles de Rojas en el primer partido con Portugal y en la última fecha ante los ingleses, con el gol que significó el título muy valorado en esos tiempos de sequía.

En el Lobo fue parte vital de un equipo que 60 años después se repite de memoria: Minoián; Galeano y Marinovich; Davoine, Daniel Bayo y Lejona; Ciaccia, Prado o Antonio, Rojas, Diego Bayo y Gómez Sánchez. Ese equipo se mancó en el final y Boca fue el campeón: los destinos de Rojas y Boca estaban cerca de cruzarse. Su paso por el Lobo le permitió dejar su marca en los clásicos, con 5 goles en esas tres temporadas, incluido un doblete en el 5-2 del ‘63.

Su nivel llamó la atención de Boca, que lo compró a principios del ‘65. Debutó en Boca el 27 de enero de 1965, en un amistoso contra la Liga de San Juan, cuando aportó dos tantos en la goleada por 4-1.

El nacido el 20 de febrero de 1937 en Lanús llegó al club de La Ribera para reemplazar al brasileño Paulo Valentim, ídolo xeneize por ser el verdugo de River a comienzos de esa década. “Antes estaba el tanque brasilero, ahora está el tanque don Alfredo”, cantaba la popular boquense. Para el título de ese año contribuyó siendo el goleador del equipo con 17 tantos.

Antonio Roma, José Silvero y Silvio Marzolini; Carmelo Simeone, Antonio Rattín y Alcides Silveyra; Oscar Pianetti, Ángel Clemente Rojas, el “Tanque” Rojas, Norberto Menéndez y Alberto González fueron campeones con “Pipo” Rossi de entrenador.

Con ese antecedente, Juan Carlos Lorenzo lo llevó al Mundial de Inglaterra como suplente de Artime. Su último encuentro con la camiseta azul y oro fue el 11 de diciembre de 1968, un triunfo por 2-0 ante un combinado de Mar del Plata. Luego, jugó en Peñarol, O’Higgins y Universidad Católica. Hoy todos lo recuerdan.

En Gimnasia hizo 35 goles en 81 partidos como ariete de una delantera que marcó una huella en el club

 

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