Era una mala noche hasta que apareció el “Nene” y provocó un estallido en el Bosque
Edición Impresa | 8 de Julio de 2023 | 04:15

Martín Mendinueta
@firmamendinueta
Gimnasia, cada tanto, encuentra en el final de los partidos a su mejor cómplice como para irse a dormir sonriendo. Cuando las atajadas de Rodrigo Rey (valorado conocido de la casa) parecían decretar que no habría resquicio por donde pudiera filtrarse la alegría tripera, la tercera aparición notable del “Nene” que crece rápido provocó el desahogo más deseado.
Gimnasia, que se distanció bastante de sus mejores producciones en el presente campeonato, por momentos sentía que no iba a poder rescatar nada. Pero Benjamín Domínguez (el que tanto desean en la otra vereda de Avellaneda) tenía un cartucho más. Tenía guardada la bronca por los dos remates bajos que había desviado su excompañero y, sin embargo, le quedaba una posibilidad más que aprovechó con la furia de la irreverente juventud. Su letal ingreso por el segundo palo fue demasiado para todo el Rojo, incluso para Rey; y el tiro cruzado reavivó en los hinchas las ganas de aplaudir a este equipo que trata de aprender en cada presentación.
Pasarán los almanaques y la campaña que está realizando el equipo dirigido por Sebastián Romero serecordará con una sonrisa dibujada por el lápiz del orgullo.
Justo cuando “la otra orilla” está ahí, no más, cerquita, a un puñado de brazadas, el equipo que fue producto de la necesidad extrema y de un sano criterio que no debiera extinguirse, siente la inconfundible serenidad de haber hecho las cosas bien. Con sólo encontrarlo en la tabla lejos del temido precipicio, su gente está tan satisfecha como agradecida. No era fácil el desafío. Nada tenía de sencillo.
Franco torres no aprovechó su oportunidad y regresó al banco
La formación titular mens sana volvió a ser tema de debate entre los hinchas. Llamó la atención que Torres haya regresado a su condición de hombre de relevo. Tuvo una sola oportunidad en la alineación principal y, tras su deslucido desempeño en Rosario, resignó el casillero que parecía haber conquistado.
Sin Tarragona (el mejor delantero del plantel) le tocó el turno a Ivo Mammini como atacante central, pero su deficiente labor demostró que todavía le falta como para convertirse en el eje natural del libreto ofensivo.
Con ese cuadro de situación, la dependencia hacia las apariciones a pura velocidad de Benjamín Domínguez, se hizo muy notoria.
Corriendo sin tomarse respiro y ubicando muchos hombres en tres cuartos de cancha, el Rojo le complicó la nochecita del viernes al Lobo de Chirola Romero.
Casi vacío de peligrosidad, el primer capítulo se fue derechito hacia el olvido, aburriendo bastante más de lo que entretuvo.
En ese lapso, Gimnasia quedó a contramano de seducir a su gente. Le faltaron creatividad para lastimar y corte eficaz en el mediocampo como para que los hombres del Ruso Zielinski no merodearan (sin inquietar en términos concretos) el área custodiada por Tomás Durso.
Cuando los buenos jugadores no están, se extrañan. El concepto aplica con exactitud a Cristian Tarragona. Sin él, la línea de ataque lució liviana, dispersa e incapaz de generar la más linda expectativa.
La probable salida del nueve titular cuando finalice el presente torneo invita a ir meditando con inteligencia los pasos a seguir.
La saludable reacción anímica luego del golpe recibido con silueta de gol ya lo ponía a salvo de los más duros reproches. ¡Y eso que mostró errores!
Hace bastante que los hinchas han dejado el miedo atrás
A cuatro fechas del final del tramo más complejo y estresante del año, Gimnasia se mira al espejo y sonríe satisfecho. Por supuesto que tiene varias cuestiones por mejorar, pero ya sacó el documento de un equipo al que es muy difícil que se lo lleven por delante.
Aquellos temores de principio de temporada, incómodos por donde se los analizara, se han desvanecido por completo. Este Lobo muerde. Puede estar en problemas, jugar bien, regular o mal y siempre lo cobija una autoestima sana. Allí radica el principal mérito de su director técnico. Convenció a los más chicos de que la falta de experiencia no se trataba de ninguna enfermedad mortal. Los instó a animarse, quizás el acto que cualquiera, en cualquier actividad, necesita como primer e indispensable impulso.
Anoche no ganó el partido. Fortaleció su temple.
Soldano volvió a ser titular sin mostrar mejoría en su nivel de juego. Para varios un caso inentendible
El marcado bajón de Lescano es un tema que inquieta. El equipo necesita que repunte pronto
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