La letra chica dice otra cosa y el dólar blue pegó otro salto

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Luis Varela

eleconomista.com.ar

Alguna vez el general Juan Perón, dijo: “En Argentina peronistas somos todos”, para acto seguido afirmar que “para doblar a la derecha hay que poner el guiño de la izquierda”. Y en medio de todo ese enjambre se conoció en profundidad la letra chica del acuerdo que firmó Sergio Massa con el FMI, que es particularmente diferente a lo que se difundió en medio de la campaña electoral, cuando faltan días para las PASO.

Con todos esos “dimes y diretes”, el mercado financiero argentino comenzó la semana colocado en un pronunciado tobogán, con un salto de 10 pesos en el dólar blue, un brinco de $5 en el dólar “fuga”, con los bonos sin fuerza, con el riesgo país creciendo 10 unidades y con la Bolsa porteña sin aire, bajando un poco más, con mayoría de bajas en los ADR argentinos en Nueva York, con el denominado “trade electoral” desdibujándose cada vez más.

Las causas de este deterioro obedecen a que en su “plan llegar”, para ver si logra conseguir como sea la Presidencia de la Nación, el ministro-candidato acaba de firmar un acuerdo que deja a los kirchneristas puros y duros con los pies en el aire, y con creciente intención de votar por Juan Grabois en la interna de Unión por la Patria en las PASO del 13 de agosto

Pero lo que está inclinando a la parte del peronismo kirchnerista menos amigable con los mercados tiene que ver con la traducción correcta del convenio firmado con el FMI. En principio se había dicho que incrementando el impuesto a las importaciones y agregando al maíz al dólar agro para juntar más reservas eran los dos pasos suficientes para que después de las PASO llegaran desde el organismo lleguen US$ 7.500 millones en la segunda mitad de agosto, lo cual le permitiría a Massa llegar a la elección presidencial con espaldas como para enfrentar la durísima huida de capitales que está sufriendo Argentina.

En realidad, el documento del FMI tiene en su letra chica más detalle: el equipo técnico del Fondo le dio un guiño de acuerdo a Massa para que pague US$ 2.700 millones (que efectivizó) el lunes y US$ 840 millones el martes o en la semana, pero sin entregar un solo dólar. Se cubrió con yuanes liberados del swap más un crédito temporal por US$ 1.000 millones de la CAF, organismo integrado por países latinoamericanos, sin participación de EE UU. Y todo ese dinero es casi la mitad de todo el flujo de fondos que maneja la entidad.

A partir de estos movimientos, el equipo técnico le deja la decisión al board del Fondo, que volverá de sus vacaciones de verano después de que Argentina celebre las PASO, pero hay una diferencia con lo anunciado: para que los DEGs por US$ 7.500 millones sean efectivamente liberados, un días después de las primarias vendría una segunda parte de las medidas acordadas por Massa y no difundidas hasta que la población vote.

Operadores de la city calculan que en este momento el BCRA tiene dólares líquidos negativos por unos US$ 8.000 millones, y no puede superar ese nivel porque ya pasaría a tocar los dólares que hay en los encajes, que surgen de inversores privados que tienen depósitos en los bancos argentinos. Con toda la importación prácticamente bloqueada, el BCRA el lunes logró evitar perder más dólares, pero tuvo que quemar bonos, para ver si de alguna manera logra algún ancla para frenar la estampida contra el billete estadounidense. De hecho, hubo venta fuerte de bonos para que el dólar MEP perdiera valor, cosa que finalmente sucedió.

El contexto externo

Mientras esta inquietante situación transcurre en Argentina, en EE.UU. los inversores están aguardando datos de empleo que se van a conocer este viernes, la Bolsa de Nueva York cerró mixta, los balances siguen llegando con claroscuros, y ayer se produjo una nueva suba de las tasas largas de EE.UU.: se pagó 5,4% anual a 1 año de plazo, 4,2% a 5 años, 4% a 10 años y 4,1% a 30 años. Y con eso, en el exterior el dólar global subió contra todo: avanzó 1,3% en Brasil, 0,8% en Japón y México, 0,5% contra la libra y el yuan, 0,2% en Chile y 0,1% contra el euro.

A nivel planetario siguen apareciendo datos que indican la posibilidad de una desaceleración económica global, con problemas inmobiliarios complicados tanto en Gran Bretaña como en China. Y detrás de eso, con el dólar global recuperado, los commodities actuaron en consecuencia. El petróleo bajó 0,5%. Hubo una nueva baja para los metales preciosos y un nuevo descenso para los metales básicos. Hubo precios mixtos para los granos (en Chicago la soja se sostuvo, con maíz y trigo en baja, y en Rosario subió el maíz, pero bajó todo lo demás). Y en el mundo cripto sigue sin aparecer una tendencia concreta: el Bitcoin repuntó 0,2% pero con clima híper selectivo en el resto de las criptomonedas.

Los bonos argentinos siguen sin recuperar el brío que habían mostrado, el volumen se estabilizó, y hay consulta de inversores internacionales pero sin decisión, hasta conocerse qué resultado tendrá la PASO, y qué medidas pedirá el FMI, y sobre todo qué reacción social se terminará desatando: ya estamos viendo desde hace tres semanas una sucesión de paros gremiales que hasta hace poco tiempo habían desaparecido.

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