La inseguridad volvió a cruzarse en la vida de un kiosquero platense

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En 2021, un kiosquero había sido asaltado y baleado por un delincuente con salidas transitorias. El hecho ocurrió en pleno centro de la Ciudad y, seis meses después, cuando parecía recuperado de ese bestial ataque y esperaba justicia, se desplomó en la casa de la madre. Nada se podía hacer por él. Oscar de la Canal (49) estaba muerto.

En medio del dolor de la familia por la terrible pérdida, aún vigente, la inseguridad se acaba de cruzar nuevamente en la vida de Ernesto de la Canal (47), el hermano, a quien asaltaron en un local cercano a la Estación de Trenes.

“Esto es un robo”. Así se presentaron los dos ladrones que en la noche del martes ingresaron en el kiosco de 2 entre 45 y 46, donde Ernesto trabaja como empleado.

Con sendas armas de fuego, de inmediato comenzaron a exigir el dinero de la recaudación. Pero no iba a ser lo único que iban a sustraer del local.

Según contó De la Canal, “fue a las 8 y diez de la noche cuando estábamos charlando y entraron dos tipos de entre 30 y 35 años, que vestían camperones y uno de ellos me dijo ´esto es un robo´, mientras me apuntaba con un arma de fuego”, reveló.

Para desenvolverse con mayor tranquilidad, los asaltantes decidieron tener bien controladas a sus víctimas.

“A mí enseguida me obligaron a ir hasta el baño, donde me encerraron, aunque sin llave. Y uno de estos ladrones me robó 11.000 pesos, entre mi plata que tenía en el bolsillo y la que me sacaron de mi billetera. También me robaron el teléfono celular”, detalló con gesto que conjugaba bronca y resignación.

Tampoco quien se encontraba circunstancialmente en el kiosco quedó a salvo de la ambición de ambos asaltantes: “A él le sustrajeron 1.800 pesos”, agregó.

De la Canal mencionó que, al final, del comercio se llevaron 40.000 pesos y la llave con el control remoto de la persiana del frente.

“DURÓ COMO 10 MINUTOS”

El amargo episodio, estimó, “duró como 10 minutos”. Posteriormente, los delincuentes “escaparon corriendo por calle 2 en dirección a 46”.

Pese al intenso movimiento de peatones y automovilistas que hay en esa zona, aludió a que “acá ya robaron otras veces, desde que el kiosco abrió en el año 2019”.

Por último, reveló que tiene los días contados en ese kiosco, porque recibió “una propuesta de mi suegra para que vaya a trabajar al que ella tiene en Tolosa. Y decidí aceptarla”.

 

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