Una fiesta antes, durante y después en otra noche copera

Los 32 mil hinchas presentes festejaron con fuegos artificiales una goleada que los dejó más cerca de los cuartos de final

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Los hinchas de Estudiantes volvieron a vivir una noche magnífica de copa internacional. Una fiesta para las 32 mil almas presentes que se vivió antes, durante y después. Una goleada a la medida de la fiesta que armaron en las tribunas y adyacencias para sentirse más cerca de los cuartos de final.

La salida del equipo fue conmovedora. Desde un minuto antes que pasaran por el cartel de la Copa Sudamericana empezaron a detonarse un arsenal de fuegos artificiales y bombas de estruendo desde un sector detrás del colegio Industrial.

El clima fue bien caliente y digno de un partido de copa internacional. Ni siquiera se sintió el brusco cambio de temperatura. Luego de una tarde casi de verano con 29 grados en La Plata, a la hora del partido bajó a los 14 grados y quien olvidó la campera en el auto o en su casa la pasó mal: no le quedó otra que saltar y cantar.

Entre las banderas desplegadas alrededor del estadio se pudieron ver “Plaza Alberti”, “23 y 68”, “Sebas”, “Mondongo”, “Gonnet”, “La Loma”, “Los Hornos”, “Basso”, “Catamarca”, “17 y 38”, “Lanús”, “City Bell”, “Una forma de ser”, “Lasta”, “Sabemos de imposibles”, “La Libertadores”, “Brandsen”, “Casajús”, “Ensenada”, “Principi”, “La Valente”, “Zona Sur”, “Berazategui”, “16 de octubre”, “Los de siempre”, “Berisso”, “Los Leales”, “Tolosa”, “Plaza Güemes”, “Ringuelet”, “Los Celestre”, “Monasterio”, “Hudson”, “Creemos en brujas”, y “Hernández”, entre otras muchas.

Como en otros compromisos coperos los hinchas no respetaron el minuto de silencio por la muerte de Pelé. En ese instante les gritaron a los jugadores desde los cuatro costados que “este año tenés que ganar la Copa Sudamericana”.

En la previa, cuando se informaron las formaciones, los dos jugadores que despertaron mayor cantidad de aplausos fueron Benjamín Rollheiser y Mauro Méndez, El primero porque fue el mejor jugador del Pincha en el semestre y el uruguayo porque viene teniendo un tramo encendido de la temporada, con cinco goles en seis partidos.

Lo único que podía empañar el momento era que hicieran salir primero a los hinchas visitantes (no eran más de 15) y eso obligara a quedarse 10 o 15 minutos con el frío que hacía adentro del estadio. La voz del estadio, en castellano y portugués, informó a los visitantes que debían esperar ellos. Con el puño cerrado, también, se festejó.

 

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