Sin subsidio, con aumento: las claves para evitar facturas exorbitantes
Edición Impresa | 5 de Agosto de 2023 | 03:18

La quita de subsidios a los servicios ya es un hecho y un segmento de los vecinos de la Ciudad se encontró con facturas donde los valores superan ampliamente los montos que acostumbraban pagar.
Abrumados por este nuevo gasto que deberán afrontar, muchos comenzaron a preguntarse si es posible hacer cambios dentro de la dinámica del hogar que impacten de lleno en el precio final de la factura, pero sin perder calidad de vida en el camino. Oficialmente, se indicó que con el nuevo cuadro, quienes no reciben subsidio por pertenecer al grupo de altos ingresos verán subas del orden del 150 por ciento con respecto a lo que se pagó hace un año.
Para cuidar el gasto, es necesario entender la forma en la que funcionan los electrodomésticos y qué efecto final tienen.
Lejos de lo que se suele pensar, los aparatos pequeños son los que más electricidad gastan por hora, superando aún a grandes electrodomésticos como la heladera, que pica en punta en el consumo de un periodo mensual, por caso. Así, hay que prestar atención al tiempo que se usa cada cosa, por lo que si bien el secador de pelo, la plancha o la pava eléctrica pueden ser máquinas que impliquen “derroche”, al usarlos de a de pocos minutos, no inflarán la factura final.
Todo lo contrario a lo que pasa con aquellos que su gasto por hora es mínimo, pero que al estar permanentemente activos hacen mover el medidor. En detalle, según especialistas, el 21% del consumo eléctrico de un hogar se concentra en la heladera. El 11% corresponde a los artefactos empleados en la iluminación y el 16% a los aires acondicionados. Hornos eléctricos, televisores, computadoras, cafeteras, lavarropas y planchas, entre otros, componen menos del 10% o incluso 5% de la factura, cada uno.
¿Qué hacer para gastar menos?
Para empezar, lo primordial es deshacerse de los artefactos obsoletos que a pesar de que a primera vista parece que funcionan bien gastan mucho más que los modelos nuevos y de bajo consumo. Además de eliminar gastos cotidianos que muchas veces no se tienen en cuenta y que con pequeñas acciones podrían alivianar mucho más el consumo final.
Un claro ejemplo de esto ocurre cuando se deja a los artefactos electrónicos en “stand by” o en espera, ya que a pesar de parecer que están apagados continúan gastando energía reposo y aunque el consumo sea mínimo es constante por lo que puede llegar a elevar hasta un 8% el número final. ¿Cómo evitarlo? Muy simple: desenchufando todo lo que no se usa como televisores, computadoras, impresoras y cargadores.
Estas pequeñas acciones que no modifican el normal desarrollo de la vida cotidiana son de gran ayuda para reducir gastos.
Tapar la olla
Otro cambio sencillo como el anterior y que puede significar un ahorro de hasta el 25%, es el tapar las ollas cuando se cocina en anafes eléctricos, gasto que se disminuye aún más si se descongelan los alimentos antes de cocinarlos.
La heladera
La heladera es el único electrodoméstico que funciona de manera constante en todos los hogares y en esa línea es imprescindible darle un uso correcto. En primer lugar el equipo debe ubicarse de la manera correcta, según los especialistas debe estar en un sitio fresco, lejos de fuentes de calor como el horno. Además, no debe recibir luz solar de manera directa y debe estar separada al menos unos centímetros de las paredes para que haya ventilación.
Necesario para estirar la vida útil de la heladera, el mantenimiento también colabora a la hora de disminuir los gastos finales de la factura. Por eso, es recomendable no dejar que se acumule polvo en la parte de atrás y revisar seguido que los burletes de las puertas estén bien. Al mismo tiempo debe controlarse que no se acumule hielo en las paredes del freezer ya que una capa de apenas 3 milímetros significa un incremento de hasta un 30% del consumo.
Si realmente se quiere cuidar el consumo de energía se debe regular el termostato, no es necesario que enfríe por demás, sobre todo si se tiene en cuenta que por cada grado que se baje el regulador se aumenta un 5% el uso de energía.
También pueden hacerse pequeños cambios en los hábitos de uso que serán de gran ayuda en la cuenta final. Por ejemplo, no abrir a cada rato la puerta para que no se pierda el frío, no meter alimentos calientes y descongelar en la heladera todo lo que se retire del freezer y así aprovechar el frío liberado.
La luminaria
Hay ciertos pasos que se pueden seguir para evitar grandes gastos al iluminar las habitaciones. Primero y principal implementar las lámparas LED en cada uno de los espacios. Gastan la mitad que las fluorescentes compactas y hasta una décima parte de lo que lo hacen las halógenas o incandescentes. Tienen una vida útil de hasta 30 mil horas.
Tan importante como esto es mantener en buen estado las lámparas y pantallas. Cuando están sucias se puede perder hasta el 50 por ciento de la luminosidad, lo que lleva a prender más lámparas o usar focos de más potencia de la que se necesita.
No debe dejarse de lado una regla simple y antigua: apagar las luces cuando se deja una habitación. Para ayudar aún más en este paso, se pueden instalar sensores de movimiento y temporizadores en algunos espacios como puede ser la puerta de entrada, el garaje o los palieres, para que las luces se apaguen solas.
Un punto no menor y que también puede ser de gran ayuda es la decoración. A la hora de pintar la casa se debe tener en cuenta que los colores claros conservan mejor la luz por lo que se necesitará mucho menos iluminación artificial. Otra de las recomendaciones de los especialistas es focalizar los puntos de luz, es decir poner lámparas o veladores en ciertos lugar para encenderlos por partes en vez de iluminar todo el ambiente.
Calefacción eléctrica
La electricidad también es la fuente de calefacción de muchas familias lo que durante el invierno incrementa notoriamente el precio de las facturas. Es que los caloventores y las estufas tienen un consumo elevado de energía, superando ampliamente al de los aires acondicionados.
Es posible hacer cambios en la dinámica del hogar que impacten en el precio de la factura
Para bajar lo más posible el gasto de estos artefactos hay que empezar por fijar temperaturas moderadas. Lo ideal es aclimatar el lugar sin irse al extremo de sentir calor dentro de la casa, por lo que se recomienda que la temperatura no superen los 20 grados. Por cada grado adicional que se le pida al artefacto, el consumo crecerá 15%.
En este caso, al igual que sucede con otros electrodomésticos es fundamental hacer un correcto mantenimiento. Se recomienda limpiar los filtros al menos una vez por mes para evitar que las partículas acumuladas dificulten la salida del aire caliente.
Estas son solo algunas de las recomendaciones que los expertos aconsejan seguir para poder alivianar el bolsillo en épocas de grandes aumentos y quitas de subsidios.
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