Dietas y promesas: el lado b de las soluciones rápidas
Edición Impresa | 7 de Agosto de 2023 | 02:24

Pasan los años y bajar de peso para cumplir con ciertos estándares de belleza sigue siendo la meta principal que persiguen miles de personas en el mundo. La buena alimentación y el ejercicio físico son las claves para poder lograr este objetivo de una forma inocua para la salud, pero debido al esfuerzo y al tiempo que demora muchos optan por seguir otros caminos que prometen soluciones rápidas sin pensar en las consecuencias a las que se pueden enfrentar.
Son muchos los medicamentos, productos, técnicas y dietas que a lo largo de los años se lanzaron al mercado con la premisa de lograr el cuerpo deseado en el menor tiempo posible y sin la necesidad de realizar mayores esfuerzos. Este escenario sumamente beneficioso que planteaban lograron que se popularizaran rápidamente entre las personas que, sin consultar con profesionales, creyeron ciegamente en ellos sin detenerse a pensar en las consecuencias.
Pero como se sabe, las soluciones mágicas no existen y quienes creyeron en estas pócimas tuvieron que afrontar grandes desilusiones al ver que no cumplían con sus expectativas o incluso peor, sufrieron problemas de salud.
Una de las técnicas más comunes para lograr bajar de peso rápidamente son las dietas restrictivas que proponen un régimen alimenticio mediante el que las personas dejan de ingerir grupos completos de alimentos. Su efecto es casi inmediato y esto hace que corra la voz, ya sea por internet o boca a boca y en una cuestión de tiempo cientos de personas se suman a ellas sin saber su origen o como pueden impactar en su organismo.
Una de las principales consecuencias que tienen estas dietas es el fenómeno que normalmente se conoce como “efecto yo-yo o rebote”, es que con la misma velocidad que se pierde peso se lo puede volver a recuperar. Esto se debe a que al tratarse de un plan tan rígido sostenerlo en el tiempo es un desafío prácticamente imposible que puede derivar en un malestar emocional, irritabilidad y cambios de humor.
Pero además de las alteraciones en el humor pueden provocar severos riesgos en la salud como cuadros de deshidratación, fatiga crónica, lesiones musculares e incluso debilitamiento de los huesos.
AYUNO INTERMITENTE
Tal como lo indica su nombre, el ayuno intermitente es una dieta que propone reducir el número de comidas diarias y juntarlas todas dentro de un rango acotado de horas. Si bien hay distintas variantes, la más común es la que propone un régimen de 8 por 16, es decir la persona solo puede comer en las primeras ocho horas y el resto no ingiere ningún tipo de alimento.
Este método ganó notoriedad en la última semana gracias a la visita de Luis Miguel a la Argentina. Es que el cantante mexicano bajó 20 kilos en el último tiempo y tal como lo aseguró lo logro gracias a la implementación de ayunos de hasta 36 horas.
Ante la fuerte repercusión de este caso los especialistas no tardaron en expresar su preocupación, ya que si bien es una dieta muy común que suele ser implementada por motivos médicos y religiosos, debe ir acompañada por un conjunto de hábitos que mejoran la salud de la persona.
En ese sentido destacaron que si bien las personas sanas no corren ningún tipo de riesgo al hacer ayuno, si es una práctica peligrosa para quienes tienen afecciones de salud, problemas alimenticios como la anorexia o para las personas embarazadas o que amamanten. Motivo por el cual resulta fundamental consultar con profesionales antes de embarcarse en este tipo de alimentación.
LAS DROGAS “MÁGICAS”
Si se habla de bajar peso de manera inmediata, la estrella por excelencia son los medicamentos, drogas o productos de herboristería que se venden como soluciones mágicas a este problema que aqueja a una gran parte de la sociedad.
En esa línea, en el último tiempo la droga que ha encabezado todos los ranking de popularidad en la materia ha sido el Ozempic, un medicamento que originalmente se usaba para el tratamiento de la diabetes tipo 2, pero que con la ayuda de las celebridades se posicionó como la medicación por excelencia para perder peso.
Hasta hace unos días, en Argentina el uso de Ozempic solo se encontraba habilitado para el tratamiento de la diabetes, pero ahora la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) aprobó su implementación para el tratamiento de la obesidad y el sobrepeso.
El éxito de esta droga deriva de su impacto sobre el sistema nervioso central y el periférico lo que provoca una sensación de saciedad y elimina el “hambre emocional” y el hábito de “picotear” entre comidas.
Especialistas coincidieron en que este efecto convierte a la droga en una herramienta fundamental para acompañar el tratamiento de personas con sobrepeso. Pero el lado negativo de esto, es que apañados por las historias de las celebridades que lo promocionaron como una solución mágica, muchos realmente se creyeron que al inyectarse la droga se transformarían inmediatamente en una estrella de Hollywood.
Antes de embarcarse en cualquiera de estas opciones, siempre se debe consultar con un especialista para que en el fulgor de bajar de peso no se sufran mayores consecuencias.
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