Un proyecto serio y sus frutos: Alemania campeón mundial

Los bávaros cumplieron con la epopeya. Tras cargarse a EE.UU en semis, cerraron un torneo histórico. El NBA Dennis Schroder fue el MVP

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Alemania derrotó a Serbia 83-77 en la gran final del Mundial de Básquet de Japón, Filipinas e Indonesia y levantó su primer título en este tipo de torneos.

Gracias a un proyecto serio, que lleva años potenciando la competencia puertas adentro y el desarrollo de sus jugadores, los bávaros cumplieron con lo que no pudo hace mucho tiempo atrás el equipo liderado por el histórico Dirk Nowitzki, quien se topó de lleno con la Generación Dorada tanto en Indianápolis 2002 como en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004.

El séptimo puesto en Tokio 2020 y el tercer lugar en el EuroBasket del año pasado sirvieron de indicio para avisar que los germanos estaban para cosas grandes.

Pero no fue sino hasta ayer, con un partido perfecto en materia defensiva dentro de un torneo que culminaron invictos, con récord de 8-0, que llegó la justa consagración.

El base de Toronto Raptors Dennis Schroder, máximo anotador de la final con 28 tantos y líder absoluto de los suyos, fue distinguido como el MVP del Mundial, una condición que ratificó en los minutos finales ante los serbios con puntos decisivos para garantizar el primer campeonato mundial para los suyos.

Un equipo serio, que se fue construyendo con el correr de los años apoyado en un proceso de fortalecimiento puertas adentro, algo que el básquet argentino ve de manera lejana y hasta nostálgica, sin haber clasificado a la competencia que terminó ayer y, quizás más doloroso todavía, sabiendo que tampoco estará el año entrante en París 2024 para participar de los Juegos Olímpicos.

Jugadores NBA que acompañaron de gran manera al mencionado Schroder, como los casos de Daniel Theis (Indiana Pacers), quien la rompió en las semifinales ante Estados Unidos con 21 puntos y 7 rebotes, o de los hermanos Franz y Moritz Wagner (Orlando Magic). Todos complementos de un equipo profundo y largo, que puso el talento y el esfuerzo por sobre la jerarquía individual y las luces personales y que venció a un histórico como Serbia.

Una Alemania que atravesó un camino lleno de obstáculos muy complejos (Australia, Eslovenia, Letonia, por mencionar a algunos), pero el cual superó con creces. Llegando también al cruce decisivo en su mejor versión y tras otro golpe al básquet estadounidense, que en competencia FIBA volvió a subestimar y repitió lo mismo que en años anteriores: papelón, eliminación temprana y cuestionamientos puertas adentro. A la NBA no le alcanza sin sus estrellas. Y desde hace rato es sabido.

Lo concreto es que Alemania, que en la previa estaba para hacer un gran Mundial por todo lo mencionado, terminó haciendo uno mejor e histórico, coronado con la gloria eterna para un grupo que se viene gestando desde hace tiempo.

Por estos lares alguien podría decir que la receta es la misma que utilizó Argentina tiempo atrás para dar aquel zarpazo y mantenerse después en la elite durante muchos años. Esa que también se ha perdido con una “nueva vieja” dirigencia. Y la costará mucho recuperar.

 

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