Actividades que nos suman salud y calidad de vida
Edición Impresa | 8 de Enero de 2024 | 02:19

Antonella Faguaga (*)
A la hora de elegir entre “correr o caminar”, la respuesta va a depender de los requisitos que cumpla esa persona para poder realizarlo; entre ellos, rangos y salud articulares, composición corporal, estado emocional, actividad de la vida cotidiana o laboral a la que se somete a diario, alimentación y descanso.
También del contexto; por ejemplo, de para qué y cómo quiere hacer esa actividad, sea de manera recreativa o competitiva. De todos modos, pensemos que estamos preparados para realizar ambas; son movimientos primarios inherentes al ser humano, como estar de pie. Estamos en -y necesitamos el- movimiento, así que cualquiera de las dos actividades, o la que fuere de elección, va a sumar y contribuir a la salud y a la mejora de la calidad de vida.
Respecto a si una vez que la persona está adaptada a las caminatas, debería probar algo más intenso, considero que también va a depender de su contexto. Poder hacerlo, podrá, siempre que esa progresión del ejercicio sea programada y acompañada por un profesional del movimiento para “achicar” el margen de error, prevenir lesiones o situaciones inesperadas de salud.
Si decimos ‘caminar es menos exigente que correr’, atención: ¿Para quién es menos exigente? En el área del movimiento debemos considerar y buscar la funcionalidad del sujeto, pero pensándolo también como una persona particular en un contexto cambiante, dinámico, con muchas aristas diferentes. Debemos ser muy criteriosos al momento de pensar y planificar la actividad propuesta.
Existen umbrales de estímulos, y si siempre trabajamos en la misma intensidad y volumen se va a producir una meseta, en donde las adaptaciones que buscamos van a quedar estancadas; salir de allí sí requerirá una progresión en las cargas.
Por supuesto, cualquier actividad vinculada con el ejercicio físico recreativo, competitivo o deportivo debería ser acompañada por estudios complementarios. Y deberíamos generar esos chequeos (evaluación funcional, consultas al médico de cabecera, cardiólogo, deportólogo, nutricionista, etc) incluso cuando no vamos a realizar alguna actividad; muchas patologías son prevenibles y podemos “ganarles de mano” usando las herramientas adecuadas.
(*) Profesora de Educación Física. Dirección de Deportes UNLP.
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