La pelota llora al Kaiser, campeón mundial como jugador y entrenador
Edición Impresa | 9 de Enero de 2024 | 03:11

Murió Franz Beckenbauer y automáticamente su nombre se relaciona con los más grandes futbolistas de la historia. Defensor polifuncional, jerarquía pura, fue símbolo del Bayern Münich, fue parte del Cosmos en los albores del fútbol estadounidense (con gira por nuestro país incluida) y figura de la Selección, campeón en 1974 como jugador y en 1990 como entrenador.
Nacido el 11 de septiembre de 1945 en Münich, Beckenbauer forjó su destino desde temprana edad. Su ascenso comenzó en el Bayern Münich, donde a mediados de la década de 1960 se consolidó como uno de los defensores más destacados de su generación.
Por visión táctica, elegancia en el juego y capacidad para liderar desde la línea de fondo, Beckenbauer se ganó el mote de “Kaiser” (Emperador), una referencia que años después adquirió Daniel Passarella en el fútbol argentino. En su tiempo con el Bayern, conquistó tres títulos de la Bundesliga y tres Copas de Europa consecutivas (1974, 1975 y 1976), lo que marcó una huella imborrable en la historia del gigante del fútbol alemán.
Pero el momento de máxima gloria en su carrera de jugador le llegó en la Copa del Mundo de la FIFA 1974, siendo capitán de la selección alemana. En su propio país, Beckenbauer lideró al Die Mannschaft hacia la victoria, segunda de la historia tras la conseguida en Suiza ‘54.
Tres veces mundialista como jugador (1966, 1970 y 1974), tras su retiro como jugador en Estados Unidos, luego de un paso por Hamburgo, Beckenbauer desarrolló una exitosa carrera como entrenador, siempre apoyado en su cualidad innata de líder. Comenzó sin experiencia en el seleccionado nacional y lo llevó hasta la final del Mundial México ‘86, que perdió ante la Argentina de Diego Maradona y Carlos Bilardo, para tener revancha en Italia ‘90.
Dirigió también al Olympique de Marsella y naturalmente al Bayern Münich, con el que ganó la Bundesliga 1994 y la Copa de la UEFA dos años más tarde. Reconocido en todo el mundo, además de sus éxitos en el banco de suplentes, Beckenbauer desempeñó un papel destacado en la organización de eventos futbolísticos de renombre. Fue nombrado presidente honorario del Bayern y titular del Comité Organizador de la Copa Mundial de la FIFA 2006 en Alemania.
“Franz Beckenbauer fue durante décadas una figura legendaria del fútbol alemán e internacional, primero como jugador y luego como entrenador. Nacido en Munich, se unió al Bayern como jugador juvenil antes de convertirse en la fuerza dominante que es hoy, ayudándolos a ganar cuatro títulos de la Bundesliga, cuatro Copas DFB, tres Copas de Europa de la UEFA y una Recopa de la UEFA”, detalló FIFA en un comunicado publicado en su página oficial.
Por su parte, el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, también publicó un sentido mensaje: “Franz Beckenbauer, una leyenda del fútbol alemán y mundial, que tiene logros y triunfos que quedan grabados en la historia y, sin embargo, a pesar de toda su popularidad, ‘Der Kaiser’ siempre se mantuvo modesto y con los pies en la tierra. Una gran persona, un amigo del fútbol, un campeón y una verdadera leyenda, el querido Franz nunca será olvidado”.
El Bayern Munich lamentó su fallecimiento: “El mundo del FC Bayern ya no es lo que era, de repente más oscuro, más tranquilo, más pobre: los campeones récord alemanes lloran a Franz Beckenbauer, el ‘Emperador’ único, sin el cual el FC Bayern nunca habría sido el club que es hoy”.
La cuenta oficial de X de la Federación Alemana también lo despidió: “Descanse en paz, Franz Beckenbauer. Uno de los mejores jugadores que ha visto este deporte y un líder natural. Todos lo extrañaremos”.
Por su parte Julian Nagelsmann, actual DT alemán, expresó: “Franz Beckenbauer fue el mejor futbolista de la historia de Alemania. Su interpretación del papel de líbero cambió el juego. Como futbolista y como entrenador fue sublime, estuvo por encima de todo. Tuvo un aura hasta el final, que ni siquiera los problemas de salud que tuvo que afrontar pudieron sacudir. Estoy agradecido y orgulloso de haber podido conocerlo”.
El “Kaiser” atravesaba un deterioro de salud “significativo” en el último tiempo, según reflejaron los medios periodísticos de su país.
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