Los “enanitos verdes” y el paso de De Zer por la Ciudad

En La Plata, todavía recuerdan cuando José de Zer visitó en 1983 Villa Montoro, en busca de los enanitos verdes: decenas de vecinos decían haber visto unos seres de poco tamaño y color verde por los bosques, y hacia allí fue el periodista con su camarógrafo, en busca de lo inesperado.

No lo encontraron, pero el móvil de “Nuevediario” permaneció allí durante varios días, entrevistando vecinos que daban diferentes versiones de los supuestos visitantes. Un policía incluso apareció en la comisaría pálido, y dijo haber sido mordido por un enanito verde. En un kiosco, empezaron a vender muñequitos de “Luciano, el marciano”. Y hasta un grupo de científicos suecos que trabajaban en el Instituto de Ovnilogía llegaron a la Ciudad para investigar, según recuerda Ramón Tarruella en su libro “Mitos y leyendas de La Plata”.

La excitación se terminaría disipando, pero De Zer volvería a la Ciudad por otro verdor: en 1987, un hombre reportó que en baldío de 72 entre 10 y 11 había un “pozo embrujado” que emanaba una extraña fuerza y que habitaban unos seres verdes.

El periodista desembarcó con un parapsicólogo, de noche, e “hizo todo un show iluminado con linternas y caminando en la vegetación”, recuerda el escritor e investigador Nicolás Colombo.

De Zer dijo, cuenta Colombo, “que había una persona que quedó poseída por la fuerza emanada desde el pozo”. Y recuerda también que “cuando De Zer se jubiló dijo que lo que él decía era mitad cierto y mitad falso”.