VIDEO. ¡Vamos los pibes! El Pincha se trajo un merecido y agónico triunfo
Edición Impresa | 8 de Octubre de 2024 | 02:43

Martín Cabrera
mcabrera@eldia.com
De la galera fue el conejo que sacó Estudiantes en su visita a Banfield, al que derrotó 2-1 con un gol del juvenil Joaquín Tobio Burgos en el minuto 43 del segundo tiempo, para volver a sacar pecho de visitante después de dos meses, para ganar la segunda victoria al hilo en esta Liga Profesional y para ganar confianza en un campeonato en el que tuvo más problemas que otra cosa en materia de bajas y lesionados.
Lo ganaba por el gol de Tiago Palacios en el final del primer tiempo, cuando mejor jugaba, pero se lo empató el propio Estudiantes con dos errores seguidos de Matías Mansilla, el segundo aprovechado por Bruno Sepúlveda a los 11 minutos del complemento. En el final le llegó el merecido premio cuando ya parecía que era imposible.
Estudiantes jugó un muy buen primer tiempo, porque ganó siempre la pelota en la mitad de cancha, anticipó y propuso una salida rápida. Tuvo un juego práctico y que se ajustó al equipo que presentó en cancha, con muchos volantes veloces y con capacidad para el contragolpe. Claro, le faltó el delantero, el referente de área que le sirviese para tener mayor precisión en los metros finales.
Fue alternando un 4-4-2 con un 4-2-3-1, esquemas en los cuales siempre fue modificando a sus intérpretes más adelantados. Generalmente fue Tiago Palacios el que se paró unos metros más arriba de sus compañeros
El Pincha tuvo enfrente en ese primer tiempo a un rival que hizo todo lo posible por estar en desventaja: distracciones, errores en la salida y en las marcas. No en vano está en la situación que está.
Por eso Estudiantes avisó a los 20 minutos con una gran definición de Pablo Piatti tras asistencia de Sebastián Boselli desde la derecha. Pero estaba mínimamente adelantado y fue anulado el gol por el asistente y corroborado por el VAR.
Quince minutos después, cuando la visita seguía generando aproximaciones, el que tuvo el gol fue Alexis Manyoma, que de chilena desde la puerta del área hizo callar a los presentes: la pelota pasó a centímetros del travesaño de Sanguinetti.
La justicia llegó a falta de dos minutos. Pelota parada desde la izquierda de Piatti que cabeceó Tiago Palacios, pegó en la espalda de un defensor local y en segunda instancia le rompió el arco al “1” del Taladro, para poner en ventaja a su equipo, que hacía rato merecía estar arriba pero había padecido la falta de un delantero.
En defensa, salvo una falta en la puerta del área a poco de comenzado el juego, no tuvo errores. Se complementaron bien los centrales principalmente Sebastián Boselli que tuvo precisión para llegar primero a la pelota en cada cruce y despejar de arriba, uno de los problemas que había mostrado el equipo en los últimos partidos.
En el complemento Banfield mostró la misma fragilidad pero aparecieron los errores defensivos del Pincha que emparejaron las cosas. Y esta vez fue Matías Mansilla el principal responsable. Dos veces se equivocó en la salida en dos minutos y en la segunda instancia no perdonó Bruno Sepúlveda para un empate inmerecido cuando el reloj marcaba 11. Increíble que ganando y con un rival tan nervioso haya cometido un error así Estudiantes.
El Pincha tuvo que reconstruirse nuevamente para alejar los fantasmas defensivos porque Mansilla no dio confianza, tampoco Facundo Rodríguez y los errores fueron más notorios. Sin quererlo, el local creció pero más por las falencias del rival que otra cosa. Y lo que era un triunfo seguro se transformó en un empate que caminaba por la cornisa.
El gol del triunfo lo hizo el juvenil Tobio Burgos. Tanto se habló de la falta de pibes...
Entró Joaquín Tobio Burgos para jugar por la izquierda en el lugar que dejó un Sosa agotado y ya sin resto. Siguieron Manyoma y Palacios como los más adelantados y los mismos problemas de antes: la falta de un faro a quien tirarle un buen centro o una pelota atrás. No tuvo un jugador capaz de romper el molde o rematar desde afuera del área como para encontrar el gol que necesitó para ganar.
Entonces llegó el tramo final del partido. Domínguez mandó a la cancha a otro pibe, MAtías Comtrera, que le dio oxígeno al equipo que lo gue a buscar. Y en una de las últimas jugadas llegó el gol del triunfo, de Tobio Burgos, para que su debut en Primera sea inolvidable aun más. Gol desde la izquierda, con un remate cruzado, para que se grite en Chascomús, en La Plata y alrededores. Gol de triunfo para volver a creer en este equipo que se quiere poner de pie otra vez y dar pelea. Vamos los pibes, claro que sí.
La reacción de Martín Cabrera tras el triunfo de Estudiantes ante Banfield
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