La nafta súper pasaría a costar más de $1.100

Cada inicio de mes sube el combustible. En octubre hubo una excepción y bajó un 1 por ciento. Pero fue un oasis, porque desde esta jornada está prevista una suba de los combustibles en un 4 por ciento.

Al parecer, la primera petrolera que renovará la cartelera de precios será YPF. Luego se sumarán Shell, Axion y Puma.

Según se informó, el porcentaje es una referencia en el sector, pero puede tener variaciones, y abarca a la nafta y el diesel.

La suba está vinculada, en parte, al aumento del precio del barril de Brent, que es la cotización del petróleo que se toma de referencia en la Argentina. De acuerdo a este indicador, la suba sería de un 2%.

El otro porcentaje de aumento, que completa el incremento de noviembre, está relacionado al contexto económico local, en el que la cotización del dólar oficial sube mensualmente 2% según la actualización que aplica el Banco Central de la República Argentina.

Especialistas recuerdan que aquella baja de precio de octubre estuvo vinculada a la cotización Brent del barril de petróleo, que había caído casi un 6 por ciento.

En el último año, el precio de los combustibles subió 340%. Este porcentaje, que supera a la inflación acumulada, se compone de la decisión de YPF de cerrar la brecha de costos entre el barril criollo y el de paridad de exportación. Por otro lado, el Gobierno aumentó los impuestos al combustible líquido (ICL) y al dióxido de carbono (IDC), que habían quedado sin actualización durante 10 trimestres consecutivos, desde julio de 2021, durante la gestión anterior.

Con la aplicación del 4 por ciento de aumento del combustible, el litro de nafta súper en YPF pasaría a costar más de 1.100 pesos en la Ciudad. En tanto, el combustible premium treparía a costar cerca de 1.400 pesos el litro.

A diferencia de lo que ocurre habitualmente en la víspera de cada aumento de combustible, ayer no se vieron extensas colas en los surtidores de las distintas marcas. No fueron pocos los que explicaron que a esta altura del mes es difícil afrontar el gasto de llenar un tanque de combustible, tanto de súper como premium, a no ser que se apele a las tarjetas de crédito, que en no pocos casos ya estarían desbordadas de gastos. Otros aseguran que al no ser tan fuerte el incremento los conductores piensan más de una vez en utilizar largos minutos de espera para realizar la carga.