La marca del narco detrás del asesinato de “Pillín”
Edición Impresa | 12 de Noviembre de 2024 | 02:21

Tras el crimen del jefe de la barra brava de Rosario Central, Andrés “Pillín” Bracamonte, revivieron los peores fantasmas del pasado en una ciudad que vive desde hace seis meses una inédita declinación de la violencia letal. En este sentido la secretaria de Seguridad de la Nación, Alejandra Monteoliva, aseguró que “no es la intención bajar los brazos ni sacrificar esfuerzos” en Rosario, donde se percibió una notable baja de los homicidios en lo que va del 2024. Sucede que el homicidio del líder de la barrabrava de Rosario Central, amenaza con revertir esa tendencia.
La funcionaria enviada por la ministra Patricia Bullrich indicó que trabaja junto a las autoridades provinciales en el despliegue de las fuerzas federales para garantizar la prevención y reforzar la seguridad en algunas zonas. “Si fuera necesario estaríamos incrementando el número de agentes. Lo que sí hemos hecho fue ampliar zonas, mejorar la distribución de ese despliegue, ampliar incluso los patrullajes desde el mismo sábado a la noche”, aseveró.
La investigación del fiscal Alejandro Ferlazzo por el doble homicidio del jefe de la barra brava de Rosario Central, Andrés “Pillín” Bracamonte, y su ladero Daniel Raúl “Rana” Attardo, sigue actualmente dos líneas investigativas de peso. En una, se intenta establecer si podría tratarse de un ataque de Los Monos tras el crimen de Samuel Medina, alias “Gordo Samu”, yerno de Ariel Máximo “Guille” Cantero; y en la otra, si fue la presunta banda conocida como “Los Menores” en la zona noroeste de Rosario.
La primera hipótesis está basada en la exhibición de poder que hicieron desde el entorno de Medina después del homicidio, cuando en el partido de local ante Banfield tiraron bombas de estruendo -lo que ocasionó una demora en la reanudación del partido- y mostraron banderas que decían “No respetamos a nadie”, “Siempre mono, nunca sapo” y “La mafia quiqueña”.
La segunda línea investigativa se desprende de la propia mención hecha por Bracamonte en una entrevista que brindó hace tres semanas. “Si me matan la ciudad se incendia”, había dicho “Pillín” en una nota con La Nación sobre las posibles consecuencias de su muerte.
“Los Menores” comenzaron a aparecer en las crónicas policiales en septiembre del año pasado, cuando un soldadito de la organización se negó a seguir vendiendo en uno de los búnkeres, lo secuestraron y lo llevaron al lado del arroyo Ludueña, donde intentaron matarlo.
El fiscal Alejandro Ferlazzo, uno de los que investiga el doble crimen, pidió un informe a la Municipalidad para saber por qué no funcionaban las luminarias públicas en el lugar donde fue el ataque a tiros. Según Ferlazzo, recibió imágenes de cámaras de videovigilancia de la zona donde fue la emboscada, pero se analiza la calidad de las mismas, ya que el tramo de boulevar Avellaneda entre Reconquista y Del Valle Iberlucea estaba a oscuras.
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