Messi no se lució, pero frotó la lámpara y alcanzó

Para Lionel Messi, ayer se terminó el año futbolísticamente hablando. La eliminación de Inter Miami del torneo local -que precipitó la salida del Tata Martino del banco de suplentes- provocó que el compromiso ante Perú en la Bombonera le abriera la puerta a unas vacaciones adelantadas y muy necesarias, para comezar a pensar en los desafíos de 2025 y en ese sueño que tiene todo el país: que Messi juegue la Copa del Mundo 2026 que sería su sexta competición ecuménica.

Messi jugó un partido acorde al resto del equipo, al que pareció -por momentos- faltarle una marcha más. Recostado sobre la derecha en los papeles, siempre buscó el centro para hacerle lugar a la trepada de Cachete Montiel.

Justamente, en 3 minutos, habilitó con precisión a Montiel que envió el centro atrás que luego Tagliafico remató muy desviado.

El 10 se mostró, pidió la pelota, recibió algunas infracciones de los defensores peruanos y no estuvo preciso a los 39 minutos de la primera parte, cuando tuvo un tiro libre en el que buscó por abajo y encontró la seguridad de Pedro Gallese, aún ante el pique previo de la pelota.

En el segundo tiemp, iban 11 minutos cuando se alimnearon los planetas. Julián Álvarez sacó la pelota, Lionel Messi se sacó dos marcas de encima y metió un centro bárbaro para el golazo de Lautaro Martínez, con una pirueta espectacular que dejó sin chances a Gallese.

Desde ahí, Argentina desanudó el partido y Messi se sintió algo más cómodo en el juego, sin exigirse en demasía. Intentó jugar, pero en un partido planchado, en el que Argentina no pudo legar al segundo gol y Perú se entregó mansamente a que el partido fuese una derrota anunciada.

Casi a reglamento, fue una victoria que le permitió al Seleccionado terminar puntero en las Eliminatorias. Y una victoria justa ante un equipo que no atacó nunca. El 10, que llegó casi con la nafta de reserva, necesitó apenas un chispazo propio para el golazo de Lautaro Martínez y para el descanso de todos. Especialmente para Messi, que apuntará, desde el lujoso exilio en un fútbol que sigue siendo menor a partir de los millones de la MLS, a dar lo mejor para el final de la eliminatoria. Alí, evaluará si Estados Unidos, Canadá y México lo recibirán en 2026.