Tratado con Chile: malestar y críticas

La relación del Gobierno de Javier Milei con el Papa Francisco volvió a resentirse, ahora por el faltazo del canciller Gerardo Werthein a la ceremonia en el Vaticano por los 40 años del Tratado de Paz y Amistad con Chile gracias a la mediación de Juan Pablo II.

El desplante no habría caído nada bien en el pontífice argentino que hoy presidirá el acto oficial y que había dejado un lugar en su agenda para una audiencia individual con Werthein. De todos modos, la decisión no pasaría por el Papa sino que se debería a una fuerte diferencia que tuvo el presidentecon su par chileno, Gabriel Boric, quien cuestionó el discurso del mandatario argentino en el reciente encuentro del G-20 en Brasil.

La ceremonia –en la que el embajador argentino ante la Santa Sede, Juan Beltraminio reemplazará al canciller- tiene previsto primero un encuentro individual de los diplomáticos de ambos países en la Biblioteca Vaticana y luego un acto conjunto en la Sala Regia.

documento crítico

Mientras, los excancilleres argentinos Rafael Bielsa, Jorge Taiana, Susana Malcorra, Felipe Solá y Santiago Cafiero firmaron ayer una declaración en la que condenaron la decisión del Gobierno Nacional de “no asistir al acto conmemorativo por el 40º aniversario de la Firma del Tratado de Paz y Amistad” con Chile.

El documento afirma que les resulta “incomprensible” que la gestión del presidente Javier Milei, tenga “un gesto de semejante desprecio gratuito” a uno de los eventos “más trascendentes de nuestra diplomacia en el último medio siglo”.

Por otra parte, recordaron que el Tratado de Paz y Amistad con el país trasandino “no solo puso fin a una rivalidad carente de sentido con un pueblo tan vecino como hermano, sino que abrió un nuevo capítulo en la historia” de ambas naciones, donde se logró destacar “la cooperación, el intercambio y la construcción de una confianza mutua”.

Para finalizar, indicaron que “el marcado desdén de la política exterior del Presidente” por las mejores tradiciones diplomáticas de nuestra República “pone en riesgo décadas de trabajo y de reconocido liderazgo”.

“La decisión del Gobierno es un claro menosprecio hacia la diplomacia papal que ha cumplido un rol clave como arquitecta de la paz en nuestra región”, sentenciaron los ex funcionarios nacionales.