Los desafíos de la formación técnica y profesional a la luz de las habilidades verdes
Edición Impresa | 3 de Noviembre de 2024 | 05:19

Jerónimo Larsen*
En un mundo en constante cambio, la educación técnica y de formación profesional se enfrenta al desafío de acompañar tanto los requerimientos del mercado, como de los Estados y de los organismos internacionales. Sobre todo con miras a cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible promovidos por la ONU y las metas del Acuerdo de París para alcanzar la neutralidad climática en 2050.
Sin embargo, a veces nos limitamos a ponderar campos como la robótica, la inteligencia artificial, la realidad virtual o el internet de las cosas, pero no menos importante resultan las green skills o habilidades verdes vinculadas al resguardo ambiental, claves para potenciar el desarrollo económico y social de la región.
Múltiples son los diagnósticos que aportan datos sobre las desigualdades en América Latina, pero hay algo en común con el resto del mundo que de alguna manera acompaña el ritmo en otras latitudes: el aumento de la demanda de perfiles que apliquen un paradigma sostenible y regenerativo en empresas, organismos e instituciones. Es decir, que toda acción a realizar sea siempre matizada por la inquietud de preguntarse en qué medida aporta a una cultura sostenible. Principalmente evaluando el impacto de los procesos y analizando los ciclos de vida de los productos o servicios ofrecidos.
Las probabilidades de ser contratados
En este sentido, el Informe Global Green Skills Report 2023 de LinkedIn, luego de haber analizado la situación de 48 países diferentes, asegura que los solicitantes de empleo con competencias ecológicas tienen casi un tercio más de probabilidades de ser contratados que la media de los trabajadores. Es decir, las empresas están buscando profesionales con habilidades para reducir su huella de carbono, implementar prácticas sostenibles y desarrollar propuestas eco-amigables.
A su vez, los números de la Organización Internacional del Trabajo indican que 22 millones de empleos verdes serán creados para 2030, con un aumento de la demanda del 50% en los próximos años. Esto requiere sólidas actualizaciones curriculares, invertir en infraestructura, capacitación docente y colaboración con las industrias, no solo en lo que respecta a las energías renovables, sino en todo proyecto de eficiencia energética y gestión de residuos, como así también monitoreando procesos productivos vinculados al rubro alimenticio, la agricultura o la construcción, entre otros.
Se buscan profesionales con habilidades para reducir la huella de carbono
En la era de la transición ecológica, las habilidades verdes se convierten en una herramienta fundamental para abordar los desafíos del segundo cuarto de siglo que está terminando de gestarse. Por eso incentivar estas destrezas no solo mejora la empleabilidad, sino que nos ayuda en la reducción de la dependencia de combustibles fósiles, generando una cultura que valore la sostenibilidad, fomente la innovación y promueva la responsabilidad social.
*Profesor en ciencias de la educación (UNLP), asesor en sustentabilidad y eficiencia energética
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