El GNC rinde en la estación y lleva $20.000 por año para la oblea

El gasto en combustible cae al 50%. Cada 5 años la revisión que exige la prueba hidráulica puede costar $190 mil por tubo

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Para andar en auto, la opción “gasolera”, literal y figuradamente, se sabe, es el GNC. Y eso es porque con 1 metro cúbico (m3) de gas comprimido un vehículo recorre el mismo trayecto que con 1 litro y 1/4 de nafta súper. A números concretos, por estos días, son, aproximadamente, 600 pesos contra 1.400 pesos, es decir, un gasto de menos de la mitad. Por esa razón, una buena cantidad de automovilistas se vuelca al combustible fluido para moverse. Pero la conversión tiene su costo: hoy un equipo de quinta generación sale entre 1.200.000 y 1.400.000 pesos.

Ocurre que todos los meses la pizarra de precios de las estaciones de servicio con venta de combustibles líquidos (nafta y gasoil) se modifica. Ya sea que desde la boca de las petroleras ajustan los valores o que el gobierno nacional recorta exenciones impositivas lo concreto es el precio se mantiene en alza, unos 2 o 3 puntos, según el período.

Si bien, por lo que aseguran en los talleres de conversión de sistema de combustión, las transferencias de nafta a gas no son, en cantidad, ni por asomo lo que se vio como un verdadero “boom” en 2001, la diferencia de precios hace pensar a más de un dueño de vehículo y en los talleres especializados, sobre todo en estos tiempos pre vacacionales, se advierte cierto movimiento.

Aclararon en el sector, que además de la colocación de los tanques, hay que tener en cuenta la oblea que se debe renovar de manera anual y cuyo trámite cuesta 20.000 pesos, y la prueba hidráulica, que se efectúa cada 5 años. Ese testeo sale entre 175.000 y 190.000 pesos cuando se trata de un cilindro y alrededor de 330.000 pesos cuando el equipo lleva dos cilindros.

El sector, según indicó Carlos Maldonado, del taller de 532 entre 17 y 18, “todavía está en recesión”. Ese proceso se inició, junto con el descalabro de la macro economía, en diciembre del año pasado, y hasta ahora, de acuerdo con la opinión del mecánico, la baja en el consumo no ha cesado.

“Todo sigue muy tranquilo. A veces se hacen dos instalaciones por semana y a veces nada. Este rubro sigue con recesión. Ahora podría ser que con el aguinaldo levante un poco la actividad; capaz que alguien aparece”, comentó Maldonado a la vez que consideró que por el precio de instalación, no menos de 1.200.000 pesos, “la gente lo piensa”.

El ahorro en dinero sería en estos momentos, como se precisó, de más de la mitad. Mientras que un litro de súper se ubica en las estaciones de YPF a 1.135 pesos, el m3 de gas comprimido de la misma bandera está a 560 pesos. Esa diferencia se vuelve todavía más significativa cuando, por caso, el auto se usa varias horas al día, como es la situación de taxistas y remiseros, o como cuando se utiliza para un viaje largo.

Hace exactamente un año, la instalación de un tanque de GNC (uno de quinta generación y 60 litros, el más demandado) se conseguía en el mercado local en un rango de los 800.000 a 1.000.000 de pesos. Para un vehículo utilitario que porta dos tubos adosados debajo del piso, el valor llegaba a 1.300.000 pesos.

Por los precios que se manejan ahora no es tanto -teniendo en cuenta el nivel inflacionario de los últimos 12 meses- lo que se reajustó el trabajo de colocación de un equipo.

Según las estadísticas recogidas por la Federación de Entidades del Combustible de la Provincia de Buenos Aires, el promedio de vehículos a gas en el país es de alrededor de 2.000.000 de unidades.

 

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