Una versión “90% original” con elementos propios de Viktor Filimonov

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En esta producción de “Don Quijote” que vuelve desde el viernes al Argentino, la directora del Ballet María Fernanda Bianchi vuelve a trabajar codo a codo con Viktor Filimonov (con quien ha compartido muchas veces escenarios), repositor y adaptador coreográfico, pero también ensayista y maestro.

Nacido en Ekaterimburgo, Rusia, Viktor llegó al Teatro en 1997 tras actuar en Ucrania, Moscú y Pensilvania, donde se consolidó como primera figura. Y durante su carrera, al igual que Bianchi, bailó casi todos los roles (Basilio, el torero principal y hasta el padre de Kitri). En 2018, repuso en el marco de las celebraciones de los 70 años de la compañía su versión de este título, una adaptación basada “en las bases” originales: “el 90 % es de la versión de Petipa”, dice Viktor, y en ese 10 % restante se destaca, entre otros elementos, su propia coreografía de las Danzas Gitanas.

Para Viktor, que estuvo a cargo del cuerpo estable entre 2017 y 2019, poder transmitir toda su experiencia a las nuevas generaciones de bailarines es “un placer”, algo que realmente disfruta como disfrutaba cuando estaba en el escenario de todas las posibilidades que este ballet proponía.

“Es un ballet bastante divertido para los bailarines porque hay mucha mímica, hay mucho humor, hay mucha técnica, tanto para varones como para mujeres: hay piruetas, giros, doble tours. Es un ballet que no es tan estricto como otros títulos de repertorio, como ‘El lago de los cisnes’, sino que es más flexible, hay más libertad”. Por eso, admite el coreógrafo, es un título que se repone con más frecuencia: “Es un ballet que llega a todos, desde niños hasta grandes, es muy divertido, y sigue vigente porque es una historia de amor de gente común”.

Destaca Filimonov el buen momento del Ballet, en donde encuentra bailarines nuevos y algunos ex compañeros, y también elogia la labor de Fernanda, sobre todo su exigencia y organización que le dieron “más disciplina a la compañía”. Viktor dice que trabajar con personas conocidas y “de la casa” (tanto con Fernanda como con su hermana Fabiana que la asiste, y con su propia asistente Marilyn Panelo) hacen siempre más fácil el trabajo. “Es gratificante convocar a gente con la que uno ha compartido el escenario”, cierra Bianchi.

 

Don Quijote
María Fernanda Bianchi
Viktor Filimonov

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