Acompañantes, dólares y autopercibidos

Alejandro Castañeda

afcastab@gmail.com

Las acompañantes de viaje ganan muy bien. Al oficio lo blanqueó Sofía Clérici, una matriculada de buen gusto que sacaba a pasear sus millonarios. Son señoritas a medio camino entre las escorts lanzadas y las guías de turismo. Para no ser enjuiciada como lavadora de dinero, la Clérici se declaró prostituta. Su confesión, le dio otro lustre a la vieja profesión y les tiro un salvavidas a sus paseanderos. La justicia le devolvió los 600 mil dólares que habían descubierto en su casa y hasta le permitió entrar al blanqueo. A partir de ahí, estas guías de turismo se presentan como sujetos activos de una sexualidad explícita.

Las acompañantes de viaje le dieron otros alcances al all inclusive. Sus currículums se agotan en el espejo. Son dueñas de siluetas bien organizadas que acompañan en travesías dichosas a los que necesitan ser mimados. La Clérici fue la compañera preferida de Martín Insaurralde. Cuando allanaron la casa de Sofía y descubrieron 600 mil dólares, el ex jefe de gabinete declaró que su nivel de vida y su patrimonio provenían de los ingresos de Jesica Cirio, una ex pareja muy colaborativa.

En la semana fue noticia otra acompañante que por ahora se conforma con ser guía de cabotaje del senador entrerriano Edgardo Kueider. Es Iara Guinsel Costa. Según el legislador, son de ella los 211 mil dólares encontrados en el auto en el que cruzaron a Paraguay. Es una acompañante más modesta: ejerce en zona de Mercosur no en el Mediterráneo. Ahora, el senador nacional y la acompañante entrerriana quedaron detenidos en Paraguay en un calabozo cinco estrellas, tan lujoso y súper equipado que dan ganas que allí te den perpetua. La pareja llevaba un par de bolsos (la marroquinería preferida de los corruptos) y los abogados de allá y de aquí se relamen calculando honorarios y más bolsos. ¿También declarará que ahorró esos 211 mil verdes trabajando de prosti? ¿Qué pasará con el senador saltimbanqui que juega para un lado y vota para el otro? A una semana de haber ayudado con su voto al Gobierno, los sabuesos de la Aduana habrían olfateado que el bolso de la secretaria tenía olor a granadero.

Están muy aligerados los entrerrianos. Esta semana cayó preso el ex gobernador Uribarri, ahora aparece este senador con secretaria multiuso y recordemos que la cocinera de De Vido había debutado como puta a los 13 en Concordia. Evidentemente, los corsos de Gualeguaychú le sacaron la careta a más de uno. En esas tierras, donde hay huellas de las galopeadas del Pancho Ramírez, hoy sólo hace patria una tropilla de testaferros.

En la semana se supo del revuelo que provocó el caso del travesti que cambió de género en 2018 mientras cumplía la pena por atacar a su pareja y tras ser trasladada a otro pabellón violó a un par de internas. En su juventud, este casi muchacho con sexualidad indecisa, había salido del placard porque se autopercibia femenina. Sin embargo, cuando lo mandaron ahora a la cárcel de mujeres en Córdoba, comenzó a notar que su entrepierna le daba señales de vida en otra dirección. Una noche sintió ganas de volver al placard. Archivó su lencería secreta y se dio cuenta que lo de ser hombre, aunque sea un ratito, no sólo puede reconciliarlo con el encanto femenino, sino que le agregaría un plus a su socialización. Rodeada de tantas mujeres, de a poco fue recuperando una hombría que estaba en receso pero no desactivada. Una noche se autopercibió como un Juan Moreira, recordó viejos atropellos y violó y embarazó a una interna. Sus vaivenes se parecen a los del senador entrerriano, que no va cambiando de sexo sino de partido, que era kirchnerista y algo lo convenció sobre la ventaja de autopercibirse libertario. Hoy, haciendo equilibrio, Kueider sería uno de esos legisladores desganado que necesita algún refuerzo para poder convencerse.

El Gobierno, al trascender lo de este engañoso travesti, prohibió que se traslade de penal a esos presos dubitativos que son hombre o mujer según la temporada. ¿Es un impostor o solo un travesti con rachas masculinas? La chica quedó embarazada y, si llegara el bebé, este peligroso violador tendrá la oportunidad de autopercibirse alternativamente como padre o madre.

En tierras entrerrianas, donde hay huellas de las galopeadas del Pancho Ramírez, hoy sólo hace patria una tropilla de testaferros