¡Aguante la "Gran House Tucumán"! ¡Todo a pulmón!

Edición Impresa

Por IRENE BIANCHI

irenebeatrizbianchi@hotmail.com / @irenebianchi

¡Qué rico olorcito, Chela! ¿No me digas que nos trajiste bizcochuelo casero?

Lamento decepcionarte, Vicky. Soy yo la que huele dulzona.

¿Perfume nuevo? ¿Fragancia trucha?

¡No! Un repelente casero, con esencia de vainilla.

¿Y funciona?

Maso. Los mosquitos no me pican, pero me persiguen las abejas.

He visto cosas increíbles en la calle estos días. Gente con ramas flagelándose; zombies cubiertos con tules, como fantasmas andantes; peatones con espirales prendidas en ambas manos, o con abanicos gigantes apantallándose a lo “Loco Mía”. Todo muy surrealista, muy performático, muy teatral.

¿No será que se acerca el final de los tiempos? “La Apocalipsis”, como decía una novia de Ricardo Fort.

Es probable. Como habitantes del planeta, nos hemos portado bastante mal. Somos como los que devuelven una casa alquilada después de haber levantado el parquet y de haber arrancado los sanitarios. Los peores inquilinos imaginables.

Karma, que le dicen. El que rompe, paga.

Hablando de habitantes, ¿alguien vio “Gran House Tucumán”?

¿Otro reality? ¡Ni loca!

Éste es distinto, una parodia desopilante del “Gran Hermano” posta. Ya es furor en las redes sociales. Se hizo viral.

¿Y dónde lo hacen?

En un hostel que se llama “El Tucu, Tucu”. Es muchísimo más divertido que ver a las larvas del bodrio de conducido por Del Moro.

¿El “Tucu Tucu” es del Tucu, ex de Sabrina Rojas?

No tan “ex”. Hay rumores de reconciliación. Van y vienen …

Vi algo de la versión tucumana, Chela. Es re-bizarro. Super “low cost”. Lo graban con 10 celulares. Una genialidad de producción. Ya tienen una bocha de seguidores. Y todo a pulmón.

Pero los participantes no duermen en el hostel, ¿no?

No. Se van a la noche, así que corren con ventaja, porque se enteran de todo cuando salen. La mayoría son tiktokers, influencers locales. Eso sí, todos “made in” Tucumán.

Les va bárbaro. Y eso que arrancaron el martes 13, fecha con muy mala prensa.

¿Y el premio? ¿Cuántos millones?

¡No! Ganan cinco mil fichines para el Casino local. Nada de guita.

Me enteré que ya hubo un escándalo.

¡Sí! Lysset, “la Barbie tucumana”, abandonó la casa justamente por eso. El premio le pareció una berretada. Ella está para más.

Las pruebas y los desafíos son re-tiernos: la carrera de embolsados, el juego de las sillas, una vuelta a la infancia.

Me imagino la bronca de Telefé. Se deben querer cortar las tres pelotitas.

¡Que se jodan por haber hecho un casting tan insulso! Es lejos la peor edición de “GH” de la historia. Se deberían haber esmerado más.

No sólo eso. Las reglas son cualquier cosa. Y encima ahora hay repechaje, y vuelven algunas “plantitas” expulsadas.

Me alegro por los tucumanos, que van a saltar a la fama con más mérito que estos parásitos.

Brindemos por este “GH federal”. ¡Chin, chin!
 


 

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