La ola de calor pone en duda la posible cosecha récord y lo padece la Provincia

Las altas temperaturas golpearon de lleno en varios cultivos, pero más en maíz y soja. También afecta a la ganadería y lechería. A la falta de agua se suma la evaporación de lo que quedaba en los suelos y complica más

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Esteban Pérez Fernández

eperezfernandez@eldia.com

Las altas temperaturas que trajo la ola de calor, sumadas a un prolongado período de sequía y la actual falta de precipitaciones aumentan la inquietud entre los productores del campo argentino, en especial los de la zona núcleo, que vuelven a lidiar con la necesidad imperiosa de que lleguen las lluvias.

Según alertó en su informe semanal la Oficina de Riesgo Agropecuario (ORA) de la Secretaría de Agricultura de la Nación, la situación se agrava y afecta principalmente a los cultivos de soja y maíz.

Un panorama similar dio la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) para el período que abarca del 1° al 7 de febrero, que alertó sobre el empeoramiento del estado de la soja y el maíz en los últimos días.

Hacia el final de la etapa analizada, el paso del frente de tormenta producirá lluvias moderadas a abundantes sobre el norte, el oeste y el sur del área agrícola, pero sin alcanzar a gran parte del centro y el este.

En tanto, si bien el maíz superó su periodo crítico, la atención se centra ahora en la soja, que entra en una etapa más vulnerable al déficit hídrico.

Los estudios revelan una disminución notoria de las áreas con reservas hídricas adecuadas para el desarrollo de los cultivos, mostrando zonas más reducidas y la presencia generalizada de áreas con sequía.

Y los productores padecen esta situación, ya que vienen de sufrir una seca devastadora el año pasado y debido a eso, asumir pérdidas considerables.

En la región núcleo pampeana, los almacenajes hídricos, que alguna vez fueron regulares, ahora se reportan como escasos. La transformación es evidente al observar la desaparición de áreas previamente clasificadas con reservas excesivas y revelan un cambio drástico en las condiciones del suelo en solo una semana, señalaron desde la ORA.

Al respecto, el presidente de CARBAP, Horacio Salaberry, le explicó a este diario que “Estos días de intenso calor en los que se hace el llenado del grano, en especial en el maíz y la soja, que es cuando se necesita agua. Con 38 a 40 grados se provoca una evaporación de la poca humedad que hay y eso afecta mucho más a los cultivos. En los lugares donde se hace ganadería y en especial ganadería de leche, se han cortado las pasturas para hacer las reservas para el invierno y al no haber agua no rebrota y los campos se quedan sin pasto. Por todo esto es que la situación es muy compleja. Esperamos agua para el jueves que viene, pero el deterioro en el crecimiento de la planta y en el llenado del grano es diario. Por eso en gran parte de la Provincia de Buenos Aires y algo de la Pampa, en donde se preveía una cosecha buena, hoy eso está en duda. Lamentablemente no va a haber récord si esto sigue así y creemos que apenas será de buena a moderada”.

El coordinador de la Red GEA, el sistema de estimaciones agrícolas de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), Cristian Russo, dijo que ahora “el resultado de la campaña está en suspenso”. Y advirtió: “Si no hay un episodio importante en los próximos 10 días se desplomará la cosecha de soja”.

Desde la ORA explicaron que en la región núcleo pampeana, los almacenajes hídricos, que alguna vez fueron regulares, ahora se reportan como escasos. La transformación es evidente al observar la desaparición de áreas previamente clasificadas con reservas excesivas y revelan un cambio drástico en las condiciones del suelo en solo una semana, señalaron.

Y advierten que las perspectivas climáticas a corto plazo no auguran buenas noticias para los cultivos. El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) continúa pronosticando precipitaciones por debajo de lo normal en la mayoría del área nacional de cultivos extensivos, acompañadas de temperaturas muy superiores a la media semanal.

Hacia el miércoles y el viernes, podrían producirse lluvias aisladas en el sur de Córdoba, La Pampa y el sur de Buenos Aires. Aunque estas precipitaciones ofrecen cierto alivio en algunas zonas, “la situación generalizada de escasez hídrica plantea un desafío continuo para los productores agropecuarios”.

La situación hídrica se agrava y afecta principalmente a los cultivos de soja y maíz en la Provincia

 

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