Difunden una imagen de la princesa Kate tras su operación y hay polémica
Edición Impresa | 11 de Marzo de 2024 | 02:29

Sonriente y rodeada de sus hijos. Así ha aparecido la princesa Kate (Catalina) Middleton en la primera imagen oficial publicada por el Palacio de Kensington desde su operación quirúrgica en enero, poniendo fin a un largo y poco habitual silencio mediático que suscitó rumores sobre su salud.
La foto, en la que aparece sentada en una silla rodeada por sus tres hijos, fue atribuida a su esposo, Guillermo, el príncipe de Gales y heredero al trono de Inglaterra, y se dijo que había sido tomada esa semana en Windsor.
Pero enseguida estalló una nueva polémica en torno a la familia real. Las más importantes agencias de noticias internacionales decidieron retiraran de circulación la fotografía por temor a que haya sido “manipulada”.
AP precisó, en principio, que la discrepancia detectada se encuentra “en la alineación de la mano izquierda de la princesa Charlotte”. Otros editores también.
“Gracias por sus amables deseos y su apoyo continuado durante los dos últimos meses”, escribió Kateen redes sociales. “Deseo a todo el mundo un feliz Día de la Madre” (se celebró ayer en el Reino Unido).
La familia real se ha visto bajo más escrutinio de lo normal en las últimas semanas porque tanto la princesa de Gales como el rey Carlos III no pueden cumplir sus tareas públicas habituales por problemas de salud.
Funcionarios de la corona dijeron que Carlos está bajo tratamiento para una forma no especificada de cáncer, descubierto durante una intervención por un agrandamiento de próstata. El monarca ha cancelado todos sus actos públicos durante el tratamiento, aunque se le ha fotografiado caminando a la iglesia y en reuniones privadas con dignatarios y miembros del gobierno.
Kate, de 42 años, fue operada el 16 de enero y no se han revelado su estado ni el motivo de la cirugía, aunque el Palacio de Kensington, el príncipe Guillermo y la oficina de la princesa han dicho que no estaba relacionado con el cáncer.
Aunque en un principio el palacio dijo que sólo daría reportes significativos y que la princesa no retomaría su agenda oficial antes de Pascua —que este año es el 31 de marzo—, el mes pasado emitió otro comunicado entre los rumores y teorías de conspiración, en el que indicó que se encontraba bien y se remitió al comunicado anterior.
“El Palacio de Kensington dejó claros en enero los plazos de la recuperación de la princesa y que sólo transmitiríamos novedades significativas”, señaló el palacio el 29 de febrero. “Esas indicaciones se mantienen”.
En su momento, personal de la corona dijo al diario The Sun que “hemos visto la locura en redes sociales y eso no va a cambiar nuestra estrategia. Ha habido mucho en redes sociales, pero la princesa tiene derecho a la privacidad y pide al público que lo respete”.
La semana pasada aumentaron las dudas cuando el ejército británico pareció precipitarse al anunciar que Kate asistiría a una ceremonia de Saludo a las Banderas en junio, al parecer sin consultar a personal de palacio.
Los medios británicos indicaron que el ejército no había pedido autorización al palacio de Kensington antes de publicar detalles sobre la asistencia de Kate en junio, y anunció la cita basándose en las previsiones de que la princesa, en su papel de coronel de la Guardia Irlandesa, inspeccionaría a las tropas en la ceremonia militar anual.
Kate, de 42 años, fue operada en enero y aún no revelaron el motivo de la cirugía
La última aparición pública de la esposa del príncipe Guillermo, el heredero de la corona, se remonta a la misa navideña de la familia real en Sandringham, en el este de Inglaterra, hace dos meses y medio, un intervalo de tiempo muy largo sin imágenes de ella, cuyos desplazamientos suelen copar las portadas de la prensa británica.
La comunicación sobre la operación y la convalecencia de Kate ha suscitado muchos interrogantes e incluso críticas, y difiere de los esfuerzos de transparencia que defiende el Palacio de Buckingham sobre el cáncer que padece el rey Carlos III.
Kensington anunció el 17 de enero que la princesa había sido sometida a una operación “programada” de abdomen, sin precisar la causa.
Desde entonces, no hubo más comunicaciones, salvo una breve declaración a finales de febrero, en plenos rumores sobre su salud, para decir que estaba “bien”, tras la anulación de un compromiso público del príncipe Guillermo por “razones personales”.
Pero la estrategia comunicativa del palacio hizo agua cuando se publicó en la prensa especializada estadounidense una imagen de Kate, con gafas oscuras, sentada en un coche conducido por su madre.
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