VIDEO. El “error” por los sueldos le costó el puesto al secretario de Trabajo
Edición Impresa | 12 de Marzo de 2024 | 03:32

Carlos Barolo
El presidente Javier Milei sorprendió ayer al anunciar en televisión el despido de Omar Yasín, su secretario de Trabajo. Lo responsabilizó por el escándalo que se generó durante el fin de semana al salir a luz la suba salarial del 42 por ciento -vía decreto- para los cargos del Poder Ejecutivo.
“Lo he despedido por un error que no debió haber sucedido. Lo están notificando en este momento”, sostuvo Milei en la mañana de ayer durante una entrevista en vivo en el canal LN+.
La justificación formal que da el gobierno es que el Presidente le había pedido al funcionario -que depende de la cartera de Capital Humano- que en la resolución homologatoria del acuerdo salarial de enero aclarara que los incrementos de sueldo no fueran extensivos a los funcionarios del Ejecutivo que vienen de la política y que él no cumplió con esa diligencia.
El argumento respalda el accionar drástico del mandatario pero en la Casa Rosada admiten que Yasín, abogado laboralista, estaba desde antes bajo la atenta mirada del jefe de Gabinete, Nicolás Posse. Lo seguía de cerca, digamos. De muy bajo perfil, Posse integra junto a la secretaria General, Karina Milei, y el asesorísimo Santiago Caputo, un tridente de hiper-confianza del jefe de Estado, su verdadera mesa chica.
Versiones que emanan justamente de ese entorno se esmeraban ayer por destrozar a Yasín, en un ejercicio que además buscaba despegar a Milei del episodio que claramente lo puso en una situación contradictoria respecto a su discurso contra los privilegios de la “casta”.
“A Yasín no le importó lo que pidió el Presidente y no lo hizo”, plantean esas fuentes libertarias. “Es el responsable en última instancia” de las repercusiones, acusan. El polémico decreto fue corregido por otro decreto. Pero el daño ya estaba hecho.
En el gobierno contaban que tenían previsto formalizar el despido de Yasín durante el transcurso del lunes pero el Presidente eligió anticiparlo públicamente a primera hora de la mañana, durante la visita al canal, como una forma de apagar la discusión rápido y mostrar que está dispuesto a sacrificar a su propia tropa ante lo que consideró como un error “imperdonable”.
¿hubo otro motivo?
Desde la Casa Rosada también echaron a correr la versión de que la polémica por los aumentos de sueldos no fue el único motivo que precipitó la salida del funcionario. “Fue la excusa”, se decía por la mañana. Más tarde, el vocero presidencial, Manuel Adorni, le daría cierta dosis de veracidad a la versión: habló de que había “diferencias de criterio en otras cuestiones” entre Yasín y la mentada mesa chica del Presidente.
En rigor, más allá de que acaparó los reproches, Yasín no tenía influencia directa en el decreto 206/24 que extendió el incremento salarial a las autoridades superiores del Poder Ejecutivo y que fue firmado por Milei. Más aún: en la anterior negociación paritaria con los estatales, cuya homologación se realizó en el decreto 90/24 publicado a fines de enero pasado, tampoco tuvo injerencia. Sólo avaló una decisión de sus jefes.
“En aquel enero, el Presidente dio la orden de que efectivamente esto no vuelva a ocurrir y ocurrió, y considera que el responsable de este error fue el hasta hoy (por ayer) secretario de Trabajo. En tal caso, el Secretario de Legal y Técnica (Javier Herrera Bravo) es el que hace las validaciones legales y técnicas que eran correctas. Evidentemente no se le prestó la suficiente atención por parte del secretario de Trabajo al presidente Milei en cuanto a su orden de no aplicar los aumentos a los funcionarios de alto rango del Poder Ejecutivo Nacional”, argumentó el vocero Adorni, tirando abajo de un camión a Yasín.
Se reitera: la Secretaría de Trabajo no cuenta con la potestad para aplicar los aumentos salariales en el Estado sino que homologa las resoluciones adoptadas por la Secretaría de Transformación del Estado, bajo la órbita de la Jefatura de Gabinete. En este caso, la negociación paritaria con los sindicatos estatales estuvo a cargo del subsecretario Armando Guibert, que responde al organigrama que comanda Posse.
La polémica decisión fue establecida por decreto. Estos, a su vez, son revisados previo a ser publicados en el Boletín Oficial por la Secretaría de Legal y Técnica, por lo que se esperaba que Herrera Bravo fuera uno de los apuntados. Eso no sucedió. Sólo cayó Yasín, de pasado en el PRO y ligado a Patricia Bullrich. El hombre, en verdad, nunca terminó de ser aceptado por el mileismo puro y llegó hasta acá por su relación de amistad con la ministra de Capital Humano, SandraPettovello.
Posse ya había avanzado sobre el ahora exfuncionario en enero. Fue cuando desplazó al subsecretario de Trabajo, Horacio Pitrau, el número dos de Yasín, por considerarlo responsable de una mala estrategia negociadora ante los sindicatos estatales y privados.
Aquella vez Pettovello, la superiora del área de Trabajo, había quedado inmersa en una polémica por un encuentro con el titular del sindicato de empleados de comercio, Armando Cavalieri, con foto incluida. Esa imagen, a horas de que se anunciara un paro general de la CGT, fue mal vista por Posse, para quien Cavalieri es sinónimo de “casta”.
La “gaffe” de Milei ocasionó un intercambio de furiosos tuits entre él y la ex presidenta Cristina Kirchner, que fue la comidilla del fin de semana.
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