Quién es Ariel Lijo: un juez que tuvo causas de alto voltaje político

El juez federal Ariel Lijo “se ha destacado en su prominente carrera judicial en el ámbito penal”, defendió ayer el Gobierno al postular al magistrado para la Corte Suprema. Una decisión que, con excepción de Ricardo Lorenzetti, no cayó bien en el resto de los integrantes del cuerpo y que además fue cuestionada por la oposición.

Lijo está a cargo Juzgado Federal N° 4 en lo Criminal y Correccional y subroga el Juzgado N° 12. Ejerció la docencia en la UBA y es uno de los principales referentes de Ajufe, la asociación que nuclea a los jueces federales.

Tiene a su vez un rol protagónico en los tribunales de Comodoro Py y en su trayectoria cuenta con un historial de causas de alto voltaje político, desde el caso Ciccone, cuando envió a la cárcel a Amado Boudou; hasta las coimas de Siemens, el encubrimiento del atentado a la AMIA (donde mandó a juicio oral al expresidente Carlos Menem) y la causa del Correo Argentino, que involucra a la familia de Mauricio Macri.

Pero además, como juez federal acumuló denuncias en su contra, tanto por demoras en el manejo de las causas que tenían a exfuncionarios kirchneristas en el banquillo de los acusados como por las maniobras financieras y el patrimonio de su hermano, Alfredo “Freddy” Lijo.

Por estos motivos, durante muchos años fue apuntado por Elisa Carrió, que lo denunció tanto a él como a Lorenzetti, con quien Lijo mantiene una muy buena relación. La fundadora de la Coalición Cívica siempre vinculó a los hermanos Lijo con Julio De Vido, el exministro de Planificación de Néstor y Cristina Kirchner. El abogado de Lijo en ese expediente fue nada menos que el actual ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona. Al final, fue sobreseido por el juez federal Julián Ercolini.