El Gobierno propone a Lijo y García-Mansilla para la Corte Suprema: la trama de las designaciones
Edición Impresa | 21 de Marzo de 2024 | 01:29

Un mensaje político hacia la cúpula del Poder Judicial. Así fue interpretada la decisión del Gobierno de nominar al juez federal Ariel Lijo y al jurista Manuel García-Mansilla para ocupar lugares vacantes en la Corte Suprema de Justicia de la Nación. La intención del presidente, Javier Milei, es que Lijo cubra el espacio que dejó al jubilarse la jueza Elena Highton de Nolasco. Y que García-Mansilla reemplace a Juan Carlos Maqueda, actual miembro del máximo tribunal “que cumple 75 años el próximo 29 de diciembre y deberá en esa fecha dejar su cargo, como establece la ley”, según detalló en un comunicado oficial la Oficina del Presidente.
No obstante, para convertirse en jueces de la Corte, los pliegos de ambos candidatos deben pasar antes por el Senado y cosechar allí una mayoría calificada de dos tercios de los votos. Pero la sola propuesta ya puso en guardia al máximo tribunal.
En primer lugar porque al asumir, Milei había deslizado que la decisión sería consensuada con el presidente de la Corte, Horacio Rosatti, y el resto de los magistrados, Carlos Rosenkrantz y Juan Carlos Maqueda. Algo que no ocurrió.
Con quien sí habría acordado el Presidente es con el cuarto miembro del tribunal, Ricardo Lorenzetti, al que distintas versiones apuntan como “padrino político” de Lijo y que, además, está distanciado de sus pares en el cuerpo judicial.
Tampoco habría gravitado en la elección de los nombres la opinión del ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, que días atrás había dejado abierta la posibilidad de nombrar una candidata mujer. Esa chance fue obturada ayer con el anuncio del Gobierno que, alejado de cualquier agenda de género, se basó en criterios políticos (al proponer a Lijo) e ideológicos (en el caso de García-Mansilla).
Y es que en la Corte que pretende Milei no solo habría un nuevo núcleo de poder encarnado en las figuras de Lorenzzeti y Lijo, sino también una impronta más liberal que representarían García-Mansilla y Rosenkrantz, nombrado en la gestión de Mauricio Macri. A través de ellos es que el mandatario imagina un tribunal más afín a sus intereses para avanzar con las reformas ultraliberales que pretende.
De hecho, en la Casa Rosada destacaban el alto perfil “liberal” de García Mansilla, decano de la facultad de Derecho de la Universidad Austral y férreo opositor al aborto legal. Tanto talló la figura de este jurista en el Gobierno que el Presidente resolvió nominarlo por anticipado, antes de que se libere el lugar que recién en diciembre dejará Maqueda.
Para poder hacer esto, que es inédito, el mandatario tendrá que modificar un decreto, el 222/2023, según se admitió en el comunicado que ayer informó las postulaciones y donde además se agradeció con nueve meses de anticipación los servicios prestados por Maqueda. Todo indica que el nuevo decreto contemplará la chance de que los trámites de designación puedan iniciar antes de que se haga efectiva la vacante a cubrir. Mientras en la Rosada señalaban que la decisión de anticipar el candidato es para evitar que a fin de año se repita la situación de una Corte de cuatro miembros.
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