Un brutal incidente en Los Hornos terminó con un herido de escopeta

Son tiempos de violencia extrema en la Ciudad y, también de muchos excesos, al punto que un incidente menor tranquilamente puede terminar al borde de una tragedia. Como acaba de pasar en la localidad de Los Hornos.

De acuerdo a fuentes policiales, el hecho ocurrió en horas de la madrugada de ayer, cerca de las 03.00, en 162 bis y 64.

Al parecer, en medio de una sesión de ingesta de alcohol, algo desató una discusión y uno de los contendientes pasó el tema por las armas.

Es que, fuera de sí, se subió a un Volkswagen Gol gris oscuro con vidrios polarizados, pero no para escapar del lugar, sino para ir hasta su domicilio, ubicado a pocos metros, de donde regresó munido con una escopeta.

“Te voy a matar, te voy a matar, negro de m....”, habrían sido sus palabras, mientras hacía una detonación tras otra.

Cegado por la ira, “siguió cargando el arma y tirando hacia el piso”, expresó la víctima ante las autoridades de la comisaría tercera.

Siempre en base al relato de los voceros consultados, después de esos disparos, se volvió a subir al coche y, al rato, volvió, pero ahora acompañado por su pareja, quien blandía una cuchilla de grandes dimensiones.

La madre de la víctima, alertada del suceso por los gritos, quiso ayudar a su hijo, pero recibió una catarata de insultos y amenazas.

“No te metas, andate de acá”, le gritaron a la mujer, mientras le advertían que ella también la podía pasar mal.

A partir de ese instante, la tensión comenzó en declive hasta que los autores de la agresión se retiraron definitivamente.

El chico contó que se acostó a dormir y que cerca de las nueve de la mañana se despertó por el dolor que sentía en su pierna izquierda.

Ahí fue que se percató de que no había sido gratis el altercado, ya que tenía una herida de bala.

Por eso decidió acudir en busca de ayuda a la Unidad de Pronta Atención (UPA) Nº 6 de La Plata, que está situada en 66 y 143.

Los informantes mencionaron que, al cabo de una serie de estudios, entre placas radiográficas, se determinó que le había quedado alojado un perdigón incrustado en el hueso.

No se dijo, sin embargo, si lograron sacarlo, sí que le dieron dos puntos de sutura.

De acuerdo a la declaración del damnificado, el arma empleada era del tipo recortada, de color cromado, con empuñadura de madera.

Al parecer, más allá de que la víctima conoce al victimario del barrio, era la primera vez que se juntaba con él.

“Es más conocido de mis amigos”, relató.

Por su parte, en medio de la investigación del salvaje incidente, en la que tomó parte la fiscalía Nº 7 de Virginia Bravo, trascendió que un comercio de ventas de celulares, que está ubicado en 162 bis y 64, tendría cámaras de seguridad.

Por eso los pesquisas intentarán ahora determinar si ese equipo alcanzó a captar la secuencia completa o, al menos, una parte de ella.

También se mandaron a relevar testigos, entre otras diligencias probatorias.

Por ahora, la causa quedó caratulada como “abuso de arma y lesiones”, que en principio podría contar con alguna salida distinta a la de la detención efectiva.

Habrá que ver si el tirador, que está completamente identificado, cuenta con antecedentes o procesos judiciales abiertos. De ser así, la situación podría ser otra completamente distinta.

TODO MAL

En Los Hornos, es sabido, se respira un clima enrarecido producto de la ola de inseguridad, que también se complementa con otros eventos graves, como el recién descripto, que hace de la vida en el lugar algo bastante complicado.

La megatoma y, una deficiente prestación en los servicios públicos, que se puso en evidencia con el temporal del martes y miércoles pasado, también alimentan este presente borrascoso.

El pasado 15 de marzo, un nutrido grupo de vecinos salió a visibilizar su hastío por estos temas.

Luego de una reunión en la Plaza de las Madres, ubicada en 60 y 137, se hizo una peregrinación a la seccional de 137 entre 61 y 62, con una bandera en la que se leía “Los hornenses en lucha por un barrio mejor” y bajo el cántico “seguridad”.

En aquella ocasión, los frentistas remarcaron en diálogo con este medio que “no hay un horario que sea seguro, hemos juntado firmas y las llevamos a la comisaría, pero no pasó nada”.

Una representante de la Escuela “La Casa de todos”, expresó: “Hemos sufrido dos robos en un mes. El último fue el miércoles -por el 13-. Sufrimos además destrozos del trabajo administrativo de toda la institución. Estamos indignadísimos, porque con la escuela no, es la institución del barrio que aloja a 116 chicos y la Policía debería actuar”.

“Es lo que más nos duele. Nos encontramos con algo que nunca pensamos que nos iba a pasar, tenemos que volver a empezar”, mencionó una de las voceras de la institución.