Delincuencia juvenil, un problema para nada menor

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Cuánto se ha hablado del delito juvenil en La Plata, una problemática que no puede describirse como menor.

Con el correr de los últimos años, al margen de que la situación lleva décadas, pareció potenciarse la participación de chicos de muy corta edad en actividades delictivas. Incluso en etapas más de niñez que adolescencia.

Desde estas páginas se ha hablado de una infinidad de casos, con actores de 9, 10, 11 o 12 años, que siempre causan sorpresa.

De ahí para arriba, el universo de jóvenes atravesados por el delito es muy grande.

La razón podría ser multicausal, lo concreto es que el sistema de debe darle cobijo y asistencia, parecería hacer agua.

Hoy, el estandarte de este drama los enarbolan los tristemente célebres “Hermanos Macana”, que entre todos superarían el centenar de causas penales o estarían cerca de alcanzar esa cifra.

Claro está que antecedentes no se refiere a detención. Sí a ingresos en distintas comisarías, porque, como tienen la edad que tienen, algunos de ellos incluso amparados por la inimputabilidad, logran entrar y salir con una facilidad asombrosa.

En la parte final de cada reporte oficial, suele decir que, por disposición de las autoridades judiciales de intervención, se ordena la entrega a sus progenitores.

La pregunta que se impone entonces es, con semejante prontuario, ¿no ameritaría buscar alguna salida alternativa? Claro, siempre dentro de lo que establece la ley.

Siendo que no puede ser sometidos a proceso penal, pero también sabiendo de su peligrosidad, para sí o para terceros, ¿no aplican las medidas de seguridad?

En estas últimas horas, mientras “el Macana” de 15 años se hizo viral por una paliza que ligó en una vivienda cercana al barrio El Mondongo, donde fue sorprendido robando de madrugada, sus familiares salían de raid.

No muy lejos de donde tienen registrado su domicilio, en Villa Elvira, golpearon a una jubilada de 82 años.

¿Por qué esa conducta tan cruel y despiadada con una persona que no puede ofrecer resistencia alguna? La respuesta habría que buscarla en una situación que parece fuera de control.

Mientras se activaba la denuncia, que permitió el arribo de la Policía, para el traslado de la mujer al hospital San Martín, donde la sometieron a distintos estudios, pese a que las lesiones padecidas fueron de carácter leves, se lanzaron rastrillajes, que posibilitaron la rápida captura de los sospechosos.

En este caso, como en otros, hubo una disposición de trasladar a “los Macana” al ámbito del Centro de Recepción de Menores, donde es muy probable que su estadía no sea prolongada.

Paralelamente, en la seccional octava, un grupo de aproximadamente 25 vecinos acudían con la intención de hacer justicia por mano propia, harto de los robos cometidos por los integrantes de esta familia particular.

La bronca es enorme y, también la impotencia, ante una cuestión que se mantiene indefinida en el tiempo.

“Es como todo. Con el paso del tiempo, cada vez será peor y un día de estos van a matar a alguien”, se quejaron los vecinos.

 

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