Necesidad que toda gestión de trámites no tengan demoras ni complicaciones

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La necesidad de realizar largas colas para poder concretar cualquier trámite administrativo, impositivo o bancario o las demoras para conseguir turnos en la VTV, registrarse en la tarjeta SUBE, lograr una fecha cercana para realizar alguna práctica médica, obtener un banco para los hijos en una escuela y así indefinidamente, forman parte de una realidad negativa que alcanza a toda la población.

Salvo muy pocas excepciones, la burocracia bate sus propios récords negativos en distintas reparticiones públicas, sean nacionales, provinciales o municipales. Y pese a todas las acciones que se declaman para combatirla, sigue victoriosa.

Es cierto que en los últimos años se construyeron “barrios cerrados” cortando calles sin que existiera ninguna autorización. Algunos no tienen ni siquiera aprobadas las subdivisiones en los lotes sobre los que se erigieron las viviendas. Normalizar esa situación será compleja y demandará demoras.

En ese endémico panorama de deficiencias, la principal entidades que representa a los arquitectos, asi como ingenieros y agrimensores de nuestra ciudad, aseguraron estar seriamente afectados por las demoras existentes en expedientes sin resolución que se tramitan en la Municipalidad local.

Por ejemplo, desde el Colegio de Arquitectos local estimaron que hay “más de mil gestiones relacionadas con permisos de inicio o cierres de obra que se encuentran afectadas” por la falta de resolución en las oficinas municipales. El problema que es general al rubro de la construcción, alcanza también a ingenieros, agrimensores y técnicos de distintos rubros vinculados a ese sector.

Tal como se detalló ayer en este diario, entre los expedientes irresueltos habría 300 urbanizaciones gestionadas con la administración anterior que están en observación; otros 350 carpetas a la firma de las direcciones correspondientes; unas 600 monotasas –forman parte del régimen tributario obligatorio para pequeños contribuyentes- que están a la espera de respuestas y otros 200 trámites con derechos pagos y con cambios en las reglas de aprobación.

Las indefiniciones normativas, el retraso que experimenta la designación de funcionarios en las áreas vinculadas a las obras, la paralización de expedientes y modificación de protocolos sin aviso ni fundamentación, formaron parte de los reclamos formulados por el Colegio de Arquitectos bonaerense, distrito 1.

En buena hora la toma de recaudos técnicos para condicionar las obras privadas y sujetarlas a las pautas urbanísticas vigentes. Justamente los propios profesionales pidieron ahora realizar un trabajo conjunto con la Comuna “para frenar el avance de las urbanizaciones informales fuera del área urbana y para el desarrollo urbano”.

Pero en modo alguno la tarea y funcionalidad administrativas pueden convertirse en un obstáculo que detenga el ritmo de las obras, sobre todo en una época signada por la crisis y la fuerte recesión económica que afecta a la construcción, que ve paralizadas las obras públicas y además encuentra incertidumbres para avanzar en el sector privado, tal como lo señaló Apymeco, la asociación de pequeños y medianos empresarios

 

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