Apoyo a padres con hijos internados en hospitales platenses
Edición Impresa | 27 de Mayo de 2024 | 03:28

Se ha señalado muchas veces en esta columna que las respuestas privadas frente a las emergencias que enfrentan algunas instituciones dedicadas al bien público constituyen un ejemplo que merece ser resaltado. Y en ese contexto es que corresponde destacar la acción de distintos grupos de platenses que se ocupan de atender, alojar y contener a familias que tienen a sus hijos internados en hospitales de La Plata y que vienen a nuestra ciudad, a veces desde lugares lejanos, para que sus chicos no se encuentren solos.
Tal como se informó en un artículo publicado ayer en este diario, decenas de voluntarios multiplican en distinta entidades las acciones solidarias para que esas familias tengan un techo o dispongan de comida caliente y otras comodidades, sin gastar un peso y de ese modo poder encontrarse a poca distancia de sus hijos internados.
Así se detalló en ese informe de la acción solidaria que despliega un grupo de motoqueros que bajo el nombre de Centro Cultural Los Lobos, con sede ubicada en 13 entre 527 y 528 decidió dar una mano a padres del interior con sus hijos internados en centros de salud de La Plata. Se trata de un parador masculino, donde alojan por una noche a los padres, les dan comida y pueden disponer de las mismas comodidades de sus hogares, en forma absolutamente gratuita.
El lugar no recibe subsidios estatales de ninguna naturaleza y se mantiene “sólo con actividades que organizamos con el motociclismo y el centro cultural que formamos”, según dijeron.
Con una dinámica similar, durante tres décadas un grupo de mujeres nucleadas en Voluntarias Platenses lleva adelante un dormicentro en 6 entre 60 y 61. Allí se recibió a madres con niños internados en el Sor Ludovica. Todo sin ningún costo y con la asistencia de un pequeño grupo de voluntarias.
A su vez, la “Casa Ludovica”, relacionada al Hospital de Niños, también ofrece un espacio a niños en tratamiento que requieren estrecho seguimiento sin hospitalización, o para aquellas altas hospitalarias que necesitan una estancia transitoria cerca del hospital hasta el alta definitiva.
En general, los pacientes alojados en la “Casa Ludovica” se encuentran en observación post-egreso, procesos de rehabilitación traumatológica o de quemados, o deben someterse a cirugías de baja complejidad (ambulatoria) o que requieren intervenciones sucesivas. Una trabajadora social del Hospital atiende a las distintas necesidades de los convivientes en la Casa Ludovica y se ocupa de articular el ingreso del niño y de su madre.
Está claro que en la actualidad abundan demandas sociales que merecen un tratamiento especial, en situaciones que superan seguramente los planos declamatorios y que reclaman soluciones efectivas.
Por ello es que resultan de enorme trascendencia las respuestas eficaces del sector privado –sus entidades y la legión de voluntarios- frente a esos requerimientos.
La forma desinteresa y eficaz con que se enfrentan demandas no sólo sirve para resolver problemas concretos de mucha gente que no podría hoy afrontar los gastos de un alojamiento en la Ciudad y que estaría impedida de poder estar con sus hijos internados, sino que acerca espiritualmente a los voluntarios al universo de tantos niños que necesitan contención.
Gestos solidarios como los aquí mencionados -aún a quienes pudieran parecerle pequeños- también le permiten a la sociedad tener una mirada esperanzadora sobre el sentido y el destino de la humanidad.
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