Importados: por ahora, jabón de Paraguay y pan de Brasil

Para que bajen los precios, para estimular el consumo o para agregar a góndolas empobrecidas en su propuesta como efecto de la crisis. Las razones que pueden haberse acumulado para levantar la barrera a la importación de alimentos todavía no tienen una confirmación en las estanterías y góndolas de los almacenes y mercados, desde donde avisan que hay poco para elegir entre productos de afuera que no sean los que vinieron siempre: apenas, una línea de pan embolsado desde Brasil y un jabón de tocador de Paraguay.

Dos meses y medio atrás, el Gobierno Nacional, a través de su portavoz, Manuel Adorni, comunicó la decisión de “abrir definitivamente las importaciones de determinados productos de la canasta familiar, en pos de hacer los precios más competitivos en beneficio de las familias, con alguna quita de impuestos en esos productos importados”.

El estímulo se apoya en el acortamiento a 30 días para el acceso a los dólares que requiere la operación. La medida corre para un listado de 150 productos de la canasta básica. También, la AFIP suspendió el pago de algunos impuestos para esas importaciones.

Según las fuentes consultadas por este diario en el sector de la venta minorista a nivel regional y bonaerense, desde que se conoció la decisión del Gobierno Nacional poco se movió el mercado en esa dirección. “Hasta ahora no se ha visto nada fuera de lo común con respecto a lo que se importó siempre, como el palmito, el morrón, champiñón o algunas bebidas, pero lo que se come en nuestros barrios, como el queso mantecoso, la polenta, el arroz, las galletitas, o los fideos, siguen siendo los mismos”, le dijo a este diario un referente de la actividad comercial en la Región. Circula en ese ambiente que empezó a llegar yerba a granel y acá sale con marca local. “Son cosas que escapan a lo que nosotros podemos averiguar”, dijo, descreído, el almacenero.

Así, nada de avalanchas. “Del Paraguay entran jabones de tocador, pero creo que no van a poder competir porque los nuestros tienen más perfume. Esos traen un poquito más, unos gramos”, detalló el comerciante y hasta dudó de la irrupción, señalando que quizás haya sido un descubrimiento de ocasión de uno de los mayoristas de la Región.

La tentación de importar está, pero otro comerciante consultado ayer analizó que le falta atractivo todavía: “Lo que es importación de alimentos tiene un grave problema que es el pago de impuestos, que es elevado. Se trajo repelente de Brasil pero la diferencia con lo local es poca por los impuestos”, dijo.

Se destaca en el sector otra de las pocas irrupciones, el pan embolsado que comenzó a venir de Brasil en las últimas semanas.

“Lo venden a 3 mil pesos, un precio que puede marcar una diferencia con las opciones de la primera marca local, que está en 4.200 pesos en el mismo peso y variedad. Lo que pasa es que nosotros, en los comercios chicos, estamos vendiendo un buen pan de otras empresas argentinas a razón de 1.600 pesos la bolsa”, analizó el empresario.